Pensamiento simiente 3 diciembre 2009: no endurezcais vuestros corazones
Jueves, 03 de Diciembre de 2009 00:00
En los intercambios de todos los días podemos dirigirnos a la mente, a las emociones o al alma de las personas.
Normalmente nuestra comunicación se dirige fundamentalmente al cuerpo mental y al cuerpo emocional. La publicidad, los titulares, van con frecuencia dirigidos al cuerpo emocional más bajo, por eso generan miedo, codicia, odio, avidez, deseo de poseer.
Rara vez nos dirigimos al alma de las personas, desde nuestro alma.
Cuando eso ocurre, un nivel de comunicación superior emerge.
Es un nivel de comunicación desde la mayor autenticidad, y resuena de modo distinto en la otra persona.
Nuestro intelecto, nuestras emociones, están recibiendo información permanentemente, pero prestamos poca atención a la comunicación del alma, en parte porque no estamos habituados a contactar con el alma.
El día en que hablemos desde el alma la humanidad realizará un cambio revolucionario.
La mente, las emociones, son terrenos movedizos, inestables.
Desde el alma se entiende mejor la preciosa frase: “no endurezcais vuestros corazones”.
El intelecto es esta facultad gracias a la cual los humanos pueden conocer la materia, y así pues también actuar sobre ella. Por esto se afanan en cultivar su intelecto y por ello existen en el mundo muchas personas instruidas, capaces y hábiles. Esto está bien, pero cuánto más los humanos se orientan en esta dirección, más medios adquieren para dominar a los demás, imponerse a ellos, someterles. No hay más que observar cómo se comportan...
¿Y por qué es así? Porque la educación que se da a los niños y a los estudiantes en las escuelas y en las universidades, no va dirigida ni a su corazón, ni a su alma, y mucho menos a su espíritu, sino únicamente a su intelecto; y ponen esta educación al servicio de su naturaleza inferior que se manifiesta mediante el egoísmo, la ambición y los celos. Ninguno de los conocimientos que reciben permite a los jóvenes trabajar sobre su naturaleza inferior para dominarla; se les proporcionan armas sin inculcarles el ideal para mejorarse, y entonces, evidentemente, lo aprovechan para satisfacer sus apetitos más bastos.
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos (www.prosveta.es). Foto: niña en el poblado de Salgaon, India, 3 mayo 2009
Pensamiento simiente 2 diciembre 2009
Miércoles, 02 de Diciembre de 2009 00:00
Se nos pide que ayudemos a la humanidad.
Ya con nuestro pensamiento regenerador y amoroso podemos ser parte de este trabajo.
Ayer en la meditación 80 personas invocaron ese sendero de la rectitud al que se nos llama.
Y ese sendero es nuestro destino, a pesar de cuanto acontece.
Se dijo: “Que el amor del ser divino se derrame por todas partes”.
Se dijo: “Que vuestro arco esté tenso para que las flechas más benévolas lleguen muy lejos”.
Se nos invitó a ser, a contactar nuestro alma.
La personalidad nos ofusca, nos limita.
Pero cuando el alma se contacta, un foco de luz lo ilumina todo.
Descartemos los prejuicios, ayudemos a la Humanidad...
¡Amigos míos! La felicidad reside en el servicio a la salvación de la Humanidad. Descartad todos los prejuicios y, convocando vuestras fuerzas espirituales, ayudad a la Humanidad. Encaminad lo feo hacia el sendero de la belleza. Así como el árbol renueva sus hojas, así florecerá la Humanidad sobre el sendero de la rectitud.
Las hojas del Jardín de Morya, sutra 4, Agni Yoga Society, 1924. Foto: niña en el poblado de Salgaon, India, mayo 2009
Pensamiento simiente 1 diciembre 2009
Martes, 01 de Diciembre de 2009 00:00
Aïvanhov nos invita a ampliar nuestro campo de consciencia más allá de los límites que le tenemos impuestos. Nos llama a ser creadores.
Ampliar el campo de consciencia significa ver a la humanidad como una y empezar a comprender la interrelación entre todo y entre todos.
Esta comprensión nos permite trascender nuestro pequeño mundo del yo y lo mío para empezar a entender en la mirada del otro nuestra propia humanidad.
Requiere primero un ejercicio proactivo de intentar ver en el otro el alma profunda que también le habita, a pesar de su apariencia y condiciones externas.
Con la práctica, podremos visualizar a la humanidad entera y mandar flechas de regeneración y de amor por todos los seres sintientes.
Ese día, con esa práctica diaria, empezaremos a crear y podremos decir “mi Padre trabaja y yo trabajo con Él”.
Es el mejor trabajo, en verdad. El trabajo de los creadores.
Si sucede que os sentís solos, abandonados, simplemente es debido a que os habéis dejado encerrar en un círculo demasiado limitado. Así pues, cambiad un poco la orientación o la dirección de vuestros intereses y de vuestras actividades; atraeréis del universo corrientes y entidades que vendrán a sosteneros y a iluminaros.
Os doy un método: ampliad el círculo de vuestra actividad mental, y si hasta ahora sólo os teníais a vosotros mismos o a vuestra familia como centro de interés, o incluso aunque seáis alcaldes, gobernadores, ministros o... presidentes de la República, ampliad más el círculo de vuestras preocupaciones. Sí, ampliadlo hasta el infinito, abrazad el sistema solar, todo el cosmos. Dejaréis de sentiros tan pequeños, tan miserables, tan abandonados y desamparados, porque os convertiréis en un factor benéfico para la humanidad, os convertiréis en un verdadero creador.
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos (http://www.prosveta.es ). Foto: niñas en el poblado de Salgaon, India, 3 de mayo de 2009
Pensamiento simiente 27 noviembre 2009
Viernes, 27 de Noviembre de 2009 00:00
Aïvanhov nos da hoy claves ocultas, poderosísimas.
Nos invita a ser focos de luz, a convertirnos en soles.
Nos invita a vivir en tal libertad que nada ni nadie podrán impedir que irradiemos amor por todos los seres sintientes.
Nos llama a emanciparnos de la vida prosaica, mercantilista, oscura, de la vida de la acción-reacción, de esa vida que llamamos vida pero que no es vida.
Nos dice: es tiempo de quitarse las baratijas y de pensar en otro destino; es tiempo de convocar el alma, de reconocerse.
Nos dice: es tiempo de ser valiente y de no engañarse más.
Nos dice: estoy contigo, puedes apoyarte en mi.
Nos dice: caminemos juntos.
¿Por qué contemplamos la salida del sol? ¿Por qué nos concentramos en él? Para aprender a movilizar todos nuestros pensamientos, todos nuestros deseos, todas nuestras energías, y orientarlos hacia la realización del más alto ideal. Aquél que trabaja para unificar la multitud de fuerzas caóticas que tiran de él en todos los sentidos para lanzarlas en una dirección única, luminosa, salvadora, se convierte en un foco de luz tan poderoso, que su presencia, como el sol, es capaz de irradiar a través del espacio. El hombre que logra dominar las tendencias de su naturaleza inferior, puede extender sus beneficios sobre toda la humanidad y se convierte en un sol. Vive en tal libertad, que amplia el campo de su conciencia a todo el género humano al que envía la superabundancia de luz y de amor que brotan de él.
Es la chispa del espíritu, que ignoramos porque nos manifestamos en la materia y nos hemos olvidado del espíritu.
Nos identificamos con las cosas, con las relaciones, con nuestro yo-personalidad. Damos la espalda a nuestra realidad, a nuestro yo-individualidad. Tapamos esa chispa con toda suerte de velos.
Pero la chispa, la individualidad, la esencia, sigue ahí, esperando que la redescubramos para que podamos integrar espíritu y materia en un ser pleno hecho a semejanza del creador.
Al descubrir esa chispa hay un segundo nacimiento y es entonces cuando empezamos a vivir.
Y a sonreir.
Y a ser testigos de la manifestación de la alegría del alma.
Una carta astral sólo proporciona algunas indicaciones sobre el destino de los seres; así pues, aunque se presenten muy malos aspectos, no debemos ver ahí una predestinación absoluta. La verdad es que el espíritu humano se halla por encima de las estrellas, de los planetas y de sus influencias; el espíritu es libre, es todopoderoso. Cualesquiera que sean las configuraciones que los astros han trazado para vosotros, por encima de la región donde el destino es dueño, reina vuestro espíritu, y el destino no puede nada contra él.
El único medio que tenéis de escapar al destino, es pues poneros al servicio del espíritu. No os excuséis de que «habéis nacido con mala estrella» para permanecer eternamente débiles, perezosos y holgazanes. Tenéis deudas kármicas que pagar, está claro, pero estas deudas sólo representan un instante en la eternidad. No debéis permitir ahora que un solo instante ensombrezca la luz del espíritu. Suceda lo que suceda, debéis estar convencidos de que brilla en vosotros una chispa que nada ni nadie puede apagar o incluso oscurecer.
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos (www.prosveta.es). Foto: madre e hijo en el poblado de Salgaon, India, 3 de mayo de 2009
Pensamiento simiente 24 noviembre 2009
Martes, 24 de Noviembre de 2009 00:00
Estamos construyendo.
Las viejas formas se aferran: la dominación, la posesión, el lujo desmedido, la satisfacción de todo lo que pide el ego.
Las nuevas formas quieren abrirse: el compartir, la comprensión de la transitoriedad de todo, la comprensión de que somos espíritus manifestándonos en la materia.
Todo es revelado, todo es alcanzable, nos dice el pensamiento de hoy.
¡Qué recordatorio esperanzador! Llena de energía.
Y plenos de energía, es más fácil pensar en el Nuevo Mundo.
Su fragancia, su poesía, empiezan a llegarnos.
“Te cubriré con Mi escudo, con que tan solo atiendas tu labor...”
Trabajemos por ese Nuevo Mundo.
Al Nuevo Mundo mi primer mensaje.
Tú que diste el Ashrama, Y tú que diste dos vidas, Proclamad. Constructores y guerreros, reforzad los peldaños. Lector, si no has comprendido, relee de nuevo tras un tiempo. Lo predestinado no es accidental, Las hojas caen a su debido tiempo. Y el invierno es sólo el presagio de la primavera. Todo es revelado; todo es alcanzable. Te cubriré con Mi escudo, con que tan solo atiendas tu labor. He hablado.
Yo soy ... tu Bienaventuranza. Yo soy ... tu Sonrisa. Yo soy ... tu Gozo. Yo soy ... tu Descanso. Yo soy ... tu Fortaleza. Yo soy ... tu Valor. Yo soy ... tu Sabiduría.
Las hojas del Jardín de Morya, I, La Llamada, Prólogo. Agni Yoga Society, N. York (www.agniyoga.org). Foto: Otoño en Asturias, cortesía de Xana
Pensamiento simiente 21 noviembre 2009
Sábado, 21 de Noviembre de 2009 00:00
Por el Nuevo Templo:
"Mediante la santidad en la vida, proteged la preciosa Gema de las Gemas. ¡Aum Tat Sat Aum! Yo soy tú, tú eres Yo – partes del Ser Divino. ¡Mis Guerreros! La vida atruena: estad vigilantes. ¡Peligro! ¡El alma presta oídos a su advertencia! El mundo está convulso; esforzaos por la salvación. ¡Invoco bendiciones sobre vosotros! ¡La salvación será vuestra! La vida nutre el alma. Esforzaos por la vida glorificada, y por la realización de la pureza. Desechad todos los prejuicios: pensad en libertad. No os sintáis abatidos sino llenos de esperanza. No huyáis de la vida, recorred más bien el sendero de salvación.
Vosotros y Nosotros – juntos aquí en espíritu. Un Templo para todos – para todos, Un Dios. Múltiples mundos habitan en la Morada del Todopoderoso, Y por todas partes se remonta el Espíritu Santo. La Renovación del Mundo arribará – las profecías se cumplirán. La gente se alzará y construirá un Nuevo Templo"
Las hojas del Jardín de Morya, I, La Llamada, sutra 1, Agni Yoga Society, Nueva York
Pensamiento simiente 20 noviembre 2009
Viernes, 20 de Noviembre de 2009 00:00
Nos convocan a mantener la llama encendida. Para una gran tarea.
Podemos acudir a la convocatoria, pero también ignorarla.
Cuando acudimos a la convocatoria, las corrientes de energía sutiles nos acompañan.
Los amaneceres son entonces distintos, y la vida toda nos habla. Estamos vivos, pero vivos de verdad. Y el aire que respiramos sabe dulce.
Cuando elegimos no acudir a la convocatoria, seguimos vivos pero en un nivel inferior. El maya nos envuelve. Le llamamos también vida pero más bien es subsistencia, infravida.
He divisado un estandarte en el camino. Con mucha alegría le sigo. Intento que el amor habite en mí.
Te he convocado para una gran tarea. El Instructor te ha confiado su consecución. La fuerza necesaria para seguirme te es conferida. Flechas, escudos, espadas has recibido, y con Mi Yelmo cubriré tu cabeza. Combate en Mi Nombre, que el amor habite contigo. La promesa se cumplirá a su debido tiempo. Mantén la llama encendida – Yo instruyo.
Las hojas del Jardín de Morya, I, La Llamada, sutra 95. Agni Yoga Society, N. York (www.agniyoga.org). Foto: Otoño en Asturias, cortesía de Xana
Pensamiento simiente 19 noviembre 2009
Jueves, 19 de Noviembre de 2009 00:00
Podemos vivir la vida de la ignorancia o la del conocimiento.
Cuando estamos en la ignorancia damos la espalda a nuestra realidad, y nos identificamos con el maya que nos rodea, con lo que no somos. La vida transcurre en ese plano como un torbellino, y está fuera de nuestro control.
Es frecuente la expresión en este caso de que la vida nos vive en vez de nosotros vivir la vida.
Cuando empezamos a vislumbrar el conocimiento, el velo de la ignorancia va levantándose poco a poco, y con él el de los miedos.
Recuperamos entonces nuestro lugar en el universo, y reivindicamos nuestra conexión con lo divino. Desde esa conexión, fuertes y poderosas corrientes nos llegan de contínuo. Una presencia camina a nuestro lado. Sentimos su amparo amoroso, protector.
Sentimos el escudo protector, que ya es el cielo encima de nuestras cabezas y más allá del cielo es el cosmos.
Nos amparan. Los Portales predestinados nos aguardan.
Educad a otros mediante el ejemplo de las acciones manifestadas, mas no condenéis a aquellos que aún están en la oscuridad. Muchos hay aún ignorantes – perdonadlos, porque sus espíritus dormitan.
Nada os atemorizará – los Portales predestinados os aguardan. Desdeñad la cobardía – Yo amparo a los intrépidos.
Las hojas del Jardín de Morya, I, La Llamada, sutra 26. Agni Yoga Society, N. York (www.agniyoga.org). Foto: Otoño en Asturias, cortesía de Xana
Pensamiento simiente 18 noviembre 2009
Miércoles, 18 de Noviembre de 2009 00:00
Yogananda se refiere a los tigres de las preocupaciones, que a todos nos visitan con mayor o menor frecuencia.
Llegan amenazantes y poderosos, y nos destrozan, nos consumen.
Muchas veces no llegamos al refugio antes de que nos alcancen, y en la batalla perecemos, sin poder luchar.
Por eso es importante reconocer el lugar de refugio al que no pueden llegar esos tigres, en el que nunca podrán entrar. Está muy cerca, y no requiere ni torres ni vigías.
Por eso es importante ser consciente de la alegría del alma y saber que si estamos conectados con el alma lo que surgirá de modo natural es esa alegría que no se llama felicidad sino que es el gozo. Y que nos conecta con el universo y con lo divino, dándonos mayor fuerza que a los tigres.
Los tigres ya no nos acosarán. La alegría irá poco a poco imponiéndose. A pesar de todo.
Cuando te acosen los tigres de las preocupaciones, las enfermedades y la muerte, tu único refugio es el templo interior del silencio. El hombre profundamente espiritual vive día y noche en un sereno silencio interior, el cual ni las amenazadoras preocuaciones, ni siquiera el estruendo del mundo en colisión pueden perturbar.
Paramahansa Yogananda (1893-1952), Donde brilla tu luz, p47. Foto: vista de Coballes, Asturias, cortesía de Xana
Pensamiento simiente 17 noviembre 2009
Martes, 17 de Noviembre de 2009 00:00
Cuando los pensamientos elevados prevalecen se van produciendo cambios muy sutiles en nosotros, hasta que como bellamente expresa Yogananda la abeja de la Conciencia Crística visita nuestro jardín.
Esta es una visita capital en nuestra vida, que tenemos que preparar y alimentar con pensamientos bondadosos y haciendo hueco en nuestros corazones para que esa consciencia quiera habitarnos.
El hombre que ha recibido esa visita ya está en la tierra sin estar en la tierra y colabora con las fuerzas más sutiles.
Todos podemos recibir esa visita pero si no estamos atentos, si nuestro corazón está endurecido, esa visita no se producirá.
¡Hágamos ese hueco en nuestro jardín! Presencias muy hermosas vendrán a visitarnos.
Considera siempre tu mente como un jardín; no dejes que se convierta en una ciénaga pestilente, llena de detestables estados de ánimo negativos, sino que cólmala de la hermosura y de la fragancia de los pensamientos divinos. Si cultivas las celestiales y perfumadas flores de la paz y del amor, la abeja de la Conciencia Crística se adentrará furtivamente en tu jardín. Así como la abeja busca sólo aquellas flores que poseen la dulzura de la miel, así Dios acudirá a ti solamente cuando tu vida se haya dulcificado con la miel de los pensamientos armoniosos.
Paramahansa Yogananda (1893-1952), Donde brilla tu luz, p150. Foto: vista de Coballes, Asturias, cortesía de Xana
Pensamiento simiente 16 noviembre 2009
Lunes, 16 de Noviembre de 2009 00:00
La mejor escultura, nos dice muchas veces Aïvanhov, es la que podemos hacer sobre nosotros mismos.
Todo lo demás es probablemente una distracción, una excusa.
Tenemos tanto trabajo por delante que mirar afuera , a lo que hacen los demás, es perder el tiempo.
El trabajo sobre nosotros es el que debe merecer la mayor atención, para convocar lo mejor nuestro a este mundo necesitado.
Día tras día. Nuestra cumbre.
Convocando lo mejor, aflorando lo más alto, iremos poco a poco demostrando en la práctica que otra forma de vivir es posible, y que desde el centro, desde la esencia, es posible soñar y trabajar por los ideales más elevados de la humanidad.
Ese puede ser nuestro estandarte. Llevémosle con la mayor alegría.
¿Deseáis sinceramente ayudar a los demás a que mejoren? Evitad criticarles y no les sermonenéis, sino comenzad por mejoraros vosotros mismos. Sólo vuestro ejemplo les mostrará que se equivocan, que obran mal. Sí, vuestro ejemplo. Porque cuando trabajáis en vosotros mismos, estáis trabajando sobre los demás: se dan cuenta de que poseéis unas cualidades que ellos no poseen, y es esto lo que les mejora, porque comprenden las ventajas que obtendrían imitándoos. Aquellos que se ocupan de las debilidades y de los vicios de los demás, se vuelven apagados, antipáticos, como si estos defectos de los que hablan terminaran influyendo sobre ellos, y esto es lamentable, son dignos de lástima.
Comenzad pues mejorando vosotros mismos, y dejad tranquilos a los demás. Aceptadles, sed pacientes, trabajad noche y día sin parar para mostrarles todo lo que unos esfuerzos sinceros permiten adquirir. Puesto que aún no lo saben, no les enseñaréis con palabras, sino con vuestro ejemplo.
(Omraam Mikhaël Aïvanhov 1900-86. Pensamientos cotidianos www.prosveta.es. Foto: Javier León con los niños de Zway. Etiopía, octubre 2009)
Pensamiento simiente 13 noviembre 2009
Viernes, 13 de Noviembre de 2009 00:00
Los humanos nos tratamos mecánicamente, como robots, tal como señala hoy Aïvanhov.
Pocas veces en los encuentros buscamos la oportunidad de intercambiar desde el alma.
Construimos así una vida oscura, prosaica. Es la vida-infierno. El valle de lágrimas que interiorizamos y nos interiorizan desde pequeños. Nos miramos unos a otros sin vernos.
Hasta que no trascendamos este mezquino estado de cosas, no podremos entender que existe otra forma de vivir en la que la belleza sustituya a la fealdad y lo auténtico a lo falso.
Esa otra forma es la vida plena. No está exenta de tensión porque la tensión es necesaria para el progreso. Pero tiene propósito, y en el centro de ese propósito hay otra concepción del ser.
Los patrones de pensamiento con los que nos han educado nos hacen correosos, duros, obtusos. Nos mantienen en una vibración burda, tosca. Viene a la mente el corralillo lleno de fango.
Elegir la vibración alta, sutil, es nuestra responsabilidad.
¿Queréis volveros más vivos? ¿Queréis que vuestra vida llegue a ser más intensa en sus vibraciones y sus emanaciones? Entre los miles de consejos que puedo daros, memorizad por lo menos uno. Tomad conciencia de toda la vida que existe a vuestro alrededor y respetadla como una manifestación de la Divinidad. Si tan sólo los humanos aprendieran a respetar esta vida en los demás, ya sería un gran progreso. En cambio ¿cómo se comportan? A menudo sólo se consideran unas sombras o unos robots. Se empujan, intentan aprovecharse los unos de los otros como si fueran objetos o instrumentos, y si se molestan demasiado, el primero que llega es el que elimina al otro. Pero ¿qué vida esperan vivir con semejante conducta? En lo sucesivo, tratad de cambiar de actitud, y ante cada persona que os encontréis, os decís: «He aquí una criatura que es, como yo, el receptáculo de la vida divina. Entonces, respetaré y protegeré a esta criatura.» Es así como vosotros os volveréis también más vivos.
(Omraam Mikhaël Aïvanhov 1900-86. Pensamientos cotidianos www.prosveta.es. Foto: niño de Zway, Etiopia, octubre 2009, autor Pedro Primavera)
Pensamiento simiente 12 noviembre 2009
Jueves, 12 de Noviembre de 2009 00:00
Fernando y Alfredo nos mandan este vídeo y el pensamiento simiente hoy es por ello un vídeo simiente (4 minutos).
Vamos dejando pasar una tras otra las oportunidades de encuentro.
Todos tenemos el tiempo contado en esta encarnación y acumulamos muchos abrazos todavía debidos, todavía esperados.
Abrazos sanadores.
Pero esta mañana tenemos una nueva oportunidad para empezar. Para ser amorosos con todos los seres sintientes. Para hacer que el alma habite más suavemente el cuerpo.
Que este gorrión sea símbolo de otra forma de pasar por el mundo.
Que el abrazo del padre y del hijo sea el abrazo de todos.
Esa es hoy nuestra plegaria.
Pensamiento simiente 11 noviembre 2009
Miércoles, 11 de Noviembre de 2009 00:00
Las relaciones humanas han alcanzado una gran artificialidad.
En muchos ámbitos de la vida solo damos si se nos da algo a cambio. Aunque estemos de acuerdo con una reivindicación, solo cedemos a cambio de algo. Es un triste zoco.
Nuestras sonrisas se vuelven forzadas. Las miradas, sin brillo.
Es cansado ver cómo tropezamos una y otra vez en la misma piedra.
Algunos descubren la fuerza del corazón. Y empiezan a hablarse de alma a alma.
Descubren la dicha del alma. Su sonrisa ya no es forzada. Recuperan la esencia.
Bienaventurados ellos. Son la avanzadilla. Viven en plenitud, en libertad.
Cuando los cálculos se vuelven muy complejos y la Infiinitud se oscurece, entonces se recordará de nuevo el principio más simple: de corazón a corazón— tal es la ley de la fraternidad, la comunidad, la hermandad.
Comunidad de la Nueva Era, sutra 275, Agni Yoga Society (1926). Foto: Payaso en Zway, Etiopía, octubre de 2009.
Pensamiento simiente 6 noviembre 2009
Viernes, 06 de Noviembre de 2009 00:00
Hace unos días hablábamos del dar, del darse.
El pensamiento de hoy habla de nuevo de esta ley oculta, que sin embargo es cada vez más visible para más gente.
Los patrones antiguos son los del retener, acumular, poseer. La nueva humanidad requiere una actitud muy distinta ante las cosas, requiere compartir.
Todavía estamos muy lejos del ideal proclamado por Jesús, todavía perseguimos el becerro de oro, que también se manifiesta en forma de poder sobre los demás. Pero el oro debilita nuestra fuerza.
El oro, la riqueza, deben ser instrumentos para ayudar a la humanidad a progresar hacia el camino de la hermandad, de la comunión.
Hay personas que lo han entendido y que ya están cubiertas de una vestimenta celestial. Son capaces de dar y de darse, sin importarles el yo.
No pierden el tiempo en palabrería inútil ni en ocio baldío. Tienen gran coherencia. Son los pioneros de esa nueva humanidad.
El Maestro les acompaña.
Dando, recibimos. Si desdeñamos los objetos, recibimos la vestimenta celestial. Audazmente levanta tu escudo. Sólo te pido: que el oro no debilite tu fuerza. A Mi Enseñanza no le agrada el oro.
(VI, 9, 11- Las Hojas del Jardín de Morya II, Iluminación, 1925, The Agni Yoga Society, Nueva York. Niños en la misión d eZway, Etiopía, octubre 2009, foto de Javier León)
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies Ver Política de Cookies.