Pensamiento simiente 27 abril 2010: decir no
 Aïvanhov nos habla hoy de la diabólica dinámica de la humanidad: 4.000 millones de dólares diarios de gasto en armamento. En las altas esferas nadie lo cuestiona, es parte del “estado natural de las cosas”. Hay que cuestionarlo, hay que denunciar esta sangría. Todo este gasto debe ir a saneamiento en el tercer mundo. Hay alternativas. Nuestra vida puede ser ejemplo de paz y de coherencia, y debemos ser valientes para elevar nuestra voz allá donde pueda oirse. Y desde esa coherencia, digamos un no sonoro a los mercaderes de la muerte y a nuestros gobiernos que permiten que esta situación se perpetúe. La humanidad merece una oportunidad. Cada país encuentra normal defender sus intereses económicos, y se felicita si lo consigue… Hasta el día en que se encuentra confrontado con problemas que no tuvo la sabiduría de prevenir.
Un ejemplo: para un país que fabrica armas, no hay nada más ventajoso que exportarlas. Y es así como logra vender material cada vez más mortífero a unos pueblos que, con sus luchas continuas, amenazan con poner en peligro la paz y la seguridad de todo el planeta. Algunos de estos pueblos apenas saben leer y escribir, pero no importa, se les entregan las armas más perfeccionadas y se les envían instructores para mostrarles cómo utilizarlas. Por una parte, ganan mucho dinero, es cierto. Pero después, ¡cuántos gastos, cuantas dificultades para detener estos conflictos que estallan en todos los rincones del mundo! Y al final se encuentran en situaciones inextricables, porque sólo consideraron las ventajas inmediatas que proporcionaba la venta de armas.Omraam Mikhäel Aïvanhov (!900-86). Pensamientos cotidianos. www.prosveta.es. Foto: muchacho durmiendo en la calle, Calcuta, India, 21 marzo 2010
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Escritos por un mundo mejor: "Wesak: veo y cuando el Ojo está abierto, todo es luz" (Goiri, Baldús, Tamames)

Este 28 de abril coincidiendo con el plenilunio de Tauro y siempre con anterioridad al mismo (14:20 hora peninsular española) se celebra en muchas partes del mundo la celebración milenaria de Wesak, el festival espiritual del Buda.
La celebración consiste en una meditación grupal en la que los presentes invocan la energía superior que ejemplarizó el Buda, con el propósito de distribuir mentalmente esa energía por todo el planeta. Se trata así de una meditación que aspira a crear una antena de energía grupal cuyo fin es distribuir las energías del amor y de la compasión por la tierra para intentar propiciar un aumento de la vibración y consciencia colectivos.
La nota clave sobre la que versa esta meditación de Wesak es: "veo, y cuando el Ojo está abierto todo es luz". Hace referencia a la capacidad de todo ser humano para abrir su ojo espiritual, mediante el contacto con su alma, que permite el desarrollo de una visión que va más allá de la visión física.
Cuando el ser humano contacta con su alma, se pone en relación con su esencia inmortal y distingue claramente entre su yo inferior o personalidad (lo que normalmente llamamos el vehículo, o el ego), y su yo superior o individualidad. Cuanto más en contacto esté la persona con su yo superior, más estará en disposición de contribuir al mundo lo que las diferentes tradiciones sintetizan en las llamadas Santas Moradas: armonía, equilibrio, propósito, voluntad al bien y sobre todo compasión y amor. El contacto con el alma se hace posible a través de la meditación, que puede ser un espacio concreto al día pero que poco a poco se convierte en un estado meditativo que acompaña a la persona en todo momento y ocasión, con independencia de lo que esté haciendo: trabajando, paseando, escribiendo, lavando los platos o mirando a los ojos de otra persona.
Pensamiento simiente 26 abril 2010: Wesak
 Esta semana (miércoles a las 14:20 horas) es la luna llena de Tauro. La tradición y la leyenda se refieren a la celebración de esta luna lena en el valle de Wesak en los Himalayas. En esta celebración el Cristo y el Buda participan en una ceremonia en la que se invocan para su distribución las energías de luz y de amor para la tierra. Cada uno de nosotros, creamos o no en esta tradición esotérica y en su posible manifestación externa, podemos participar activamente en este Festival espiritual de Wesak. Para ello, es recomendable mantener un estado lo más meditativo posible en los dos días anteriores, el propio día y los dos días posteriores al plenilunio, en los que intentaremos estar con el corazón y la mente limpios y en actitud receptora de esas energías búdica y crística, poniéndonos al servicio de estas energías transformadoras para, en la medida de nuestras posibilidades y nuestra comprensión, ser una antena en su difusión. Para el cristiano, tiene sentido recordar entonces la preciosa frase de Jesús: “Mi Padre trabaja, y yo trabajo con Él”. Wesak, 28 de abril de 2010, una nueva oportunidad para la Humanidad para decidir vivir con mayúsculas, para liberarse, para contribuir a ese nuevo mundo tan necesario y tan anhelado, para tomar el ejemplo del Buda y el Cristo, para comprometerse en la verdad y en el amor. Que así sea.
Entrevista con Upul Gamage en Sri Lanka (Ramiro Calle)
 Hacia muchos años que había tenido noticias del campo de meditacion Nilambe, a una veintena de kilómetros de la hermosa ciudad cingalesa de Kady. A pesar de mis numerosos recorridos por este hermoso país, que he visitado al menos una vez anualmente estos ultimos años, no me desplacé a Nilambe hasta el año 2009. Después de recorrer una difícil y serpenteante carretera, accedí al paraje de ensueño –entre bosques y plantaciones de te-- donde se ubican los kutires (celdas) y otras dependencias de este campo de meditación fundado por Godwin Samaratatne hace tres décadas y que tras su muerte dirige Upul Gamage, que ejerce como maestro de meditación. Llegué casi al declinar el día en 2009 y tuve la fortuna de que estuviera alli Upul y poder mantener con él una primera y corta entrevista, para después meditar en la sala de meditación, donde reina un ambiente extraordinario. Le aseguré que volveria y así habría de hacerlo en marzo de 2010 para dormir dos noches en Nilambe y tener tres días para poder seguir las prácticas de meditacion y, sobre todo y como era mi objetivo, entrevistar a Upul para incluir sus palabras en un libro dedicado a conversaciones con mentores, monjes y maestros budistas. Upul es una persona realmente encantadora y accesible a todo el mundo. Irradia calma y generosidad y es un verdadero “acontecimiento” conocerle y disfrutar no solo de sus palabras, sino en especial de sus silencios y de su presencia en la sala de meditación, dirigiendo la práctica y luego prestándose, a ultima hora del día, a cualquier tipo de pregunta para esclarecer la enseñanza y la práctica. Acudí a las prácticas de meditación, donde su sola presencia inspira y conforta, y escuché su charla sobre la necesidad compulsiva que todos tenemos de cambiar y consumir estímulos sensoriales y cómo el aburrimiento se apodera de nosotros cuando no lo hacemos. En las prácticas de meditacion, insistió en la atención a la respiración y la observación y exploracion de los procesos de cuerpo y mente. Insistió en la necesidad de no tener falsas expectativas con la meditación, ni “negociar” con la misma o estar esperado impaciente los resultados, pues lo necesario es estar atento y ver cómo los fenómenos vienen y parten. En Nilambe se pone mucho énfasis en mantener la atención a lo largo de toda la jornada. Hay meditación sentada, meditación ambulante, dos clases diarias de hatha-yoga y meditación en la naturaleza.
Pensamiento simiente 23 abril 2010: la mirada de Dios mismo
 Con frecuencia hablamos del sol, de su dar permanente, desinteresado. Nos da calor y llena el mundo de los más bellos colores. Nos aporta la mirada de Dios mismo, en las bellas palabras de Aïvanhov. Del sol podemos extraer la quintaesencia de lo que podrían ser nuestras vidas cuando miramos desde lo alto, sin atascarnos en lo pequeño. Dar equivale así a vivir en la verdad en vez de vivir en lo pequeño. El sol es el gran símbolo. Nos ilumina. Y cada ser humano puede ser un pequeño sol, dando calor e iluminando allá donde vaya. Lámparas iluminando la vida, cada cual en su pequeño ámbito... El sol brilla, y brilla sin preocuparse en saber si las criaturas a las cuales envía sus rayos son inteligentes o estúpidas, buenas o criminales, si merecen o no su favor: las ilumina a todas sin distinción. Por esto se puede decir que el sol es la mejor ilustración del amor divino. Observad incluso a los seres más extraordinarios que existieron en la tierra: todos han sido partidarios de algo, han tenido algunas preferencias e incluso alguna animadversión. Sí, incluso los más grandes profetas, incluso los más grandes Maestros no supieron liberarse del todo de la necesidad de aplicar la ley de justicia y castigar a los malvados, porque nada es más difícil. Sólo el sol aporta a los humanos la misma mirada que Dios mismo. Sabe que son chispas divinas que un día regresarán al seno del Eterno. Por esto desde hace milenios continua calentándolos con paciencia, iluminándolos, vivificándolos y les da vida. ¿No es suficiente este ejemplo para estimularnos?Omraam Mikhäel Aïvanhov (!900-86). Pensamientos cotidianos. www.prosveta.es. Foto: jardín botánico de Calcuta, India, 24 marzo 2010
Escritos por un mundo mejor: "Sobre el arte de bendecir" (Goio Baldus)
 Desde luego si hay algo difícil de practicar es el amar al enemigo como a ti mismo, llevando la célebre frase de Jesucristo a su extremo más complicado de poner en práctica. Amar, desear lo mejor, bendecir, a los seres queridos o incluso a los próximos y afines, como ya he dicho varias veces, no tiene mérito por ser esta actitud lo normal y natural no sólo en la especie humana sino también en la animal tal como se puede comprobar a nada que nos fijemos en sus costumbres “sociales”. Así que cualquier buscador sincero de ese algo tan intangible que cada cual puede llamarlo como más le apetezca, llega a una fase de su búsqueda en la cual se plantea la gran contradicción de repetir consignas encaminadas a proclamar el amor a todos pero sin embargo ser incapaz de interiorizarlo cuando se siente ofendido o atacado por un semejante, sintiendo la natural aversión humana hacia el causante de la afrenta, de la injuria, del desprecio o de la injusticia.
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