Pensamientos de noviembre: deteneos algunos instantes

"No buscáis suficientemente todas las ocasiones que os son dadas para uniros al mundo espiritual con el fin de calmaros y de reencontrar vuestro equilibrio interior. Y sin embargo, sabéis perfectamente que la agitación de la vida cotidiana termina destrozando vuestro sistema nervioso. No estáis hechos, ningún ser humano lo está, para vivir con esta tensión permanente que devora todas las energías. Correr desde la mañana hasta la noche, ser acosado por todas partes, no es normal, y nos agotamos físicamente pero también psíquicamente. Así pues, varias veces durante el día, deteneos algunos instantes, concentraos hasta que sintáis crear en vosotros y en vuestro alrededor una atmósfera de armonía y de amor. Repitiendo a menudo este ejercicio, lograréis alcanzar vuestro Yo superior que proyectará rayos beneficiosos sobre todas vuestras células. De este modo restableceréis el equilibrio y podréis reemprender de nuevo vuestras tareas y obligaciones." Omraam Mikhäel Aïvanhov, Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: cormorán en las lagunas de Rivas (Madrid), 13 noviembre 2017 (cortesía de David Caballero)
Pensamientos de noviembre: la voz del silencio

"El silencio es la condición absoluta para poder oír la verdadera palabra, las verdaderas revelaciones. En el silencio, sentís poco a poco los mensajes que os llegan del mundo espiritual, y una voz que trata de preveniros, aconsejaros, dirigiros, protegeros…
Diréis que no oís esta voz. Es porque hacéis demasiado ruido, no sólo en el plano físico, sino también en los planos astral y mental: ¡tantos pensamientos y sentimientos desordenados no cesan de golpearos! Esta voz que os habla, se la llama «la voz del silencio.» Es incluso el título de ciertos libros de sabiduría oriental. Cuando el yogui logra calmarlo todo en su interior, hasta el punto de detener el curso de sus pensamientos –porque, con su movimiento, el pensamiento también hace ruido— entonces oye esta voz del silencio que es la voz misma de Dios." Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: río Naea en el Camino Primitivo, agosto 2020, cortesía de Ginés Blanco Rubio
Pensamientos de noviembre: ayuda cerca de la luz...

"Estáis dispuestos a movilizaros por todas partes en busca de ayuda y remedios para vuestros malestares interiores, y sin embargo nunca habéis recurrido a la luz, esta luz que impregna todo el universo y en la que estamos sumergidos ¿por qué?... Cuando os sintáis cansados, desanimados, decepcionados, pensad en buscar ayuda cerca de la luz, concentraros en ella e imaginad que la hacéis circular en vosotros. No sólo purificará vuestro organismo psíquico, sino también, hasta cierto punto, vuestro organismo físico: y os sentiréis calmados, regenerados, capaces de reemprender vuestras actividades, porque ella os habrá dado el placer de las cosas. Uno de los métodos más eficaces para recibir esta luz, es dar gracias al Señor y bendecir su Nombre. Varias veces al día, haced una pausa y repetid: «Gracias, gracias Señor, gracias por la vida, gracias por la luz. Que tu Nombre sea bendecido por la eternidad.» " Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Paraje en la subida a la Charca de las Ranas desde el Mirador de Robledos, Rascafría, Madrid, 12 noviembre 2020, cortesía de Francisco Limonche
Pensamientos de noviembre: mente limpia, amor a la verdad

“Todos los aspirantes saben, y durante épocas se ha enseñado, que la mente limpia y el corazón puro, el amor a la verdad y una vida de servicio y altruismo, son los principales requisitos...” Sirviendo a la Humanidad, Alice A. Bailey, p.528, Nous Editorial. Imagen: Gran Cañón de Yarlung Zangbo, en el sudeste de Tíbet (cortesía de El Mundo)
Pensamientos de noviembre: perder la vida para encontrar la vida

"Decimos «sacrificarse» como si se tratase de abandonar o de perder algo. Cuando hacemos un sacrificio, no nos sacrificamos, se sacrifica algo inútil, nocivo, inferior, para obtener algo grande, poderoso, precioso. Si no se sacrifica lo que es inferior en uno mismo para que viva lo que es superior, se sacrificará necesariamente lo mejor que se posee en beneficio de los instintos más groseros. Es imposible escapar a esta ley: nuestra naturaleza superior sólo puede vivir si le sacrificamos nuestra naturaleza inferior; y lo que es la vida para una, representa la muerte para la otra. Es así como deben ser comprendidas las palabras de Jesús: «Aquél que quiera salvar su vida la perderá, pero aquél que la pierda la encontrará.» Comprender estas palabras significa también y ante todo querer realizarlas." Omraam Mikhäel Aïvanhov, Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Cara sur del Aneto, 9 noviembre 2020, cortesía de Carlos Bravo Suárez
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