Hoy viernes a las 10 no podremos estar en el Centro Comercial de Eboli de Pinto pues coincide con encontrarnos lejos de Madrid. Otras personas de Fundación Ananta se encuentran también lejos, algunas en Calcuta. Perdonad pues José Díaz y Héctor Ballesteros y todos los asistentes a esta generosa rueda de prensa de Pinto porque no os hayamos acompañado físicamente. Pero como decimos en nuestra web, este esfuerzo somos todos, y hoy sois vosotros, más que nadie, Fundación Ananta.
Cuando José Díaz y Héctor Ballesteros propusieron a Carlos Córdoba que su reto solidario pro-Colores de Calcuta sería salvar a nado el estrecho a Gibraltar, estilo mariposa, pensamos primero en el fabuloso reto de nadar en mar abierto a mariposa. Luego nos fuimos informando de los detalles: será un récord mundial, requerirá alquilar un apartamento en La Línea para tirarse al agua en cuanto haya “slot”, y llevará casi dos horas. Detrás de ello, cientos de horas de preparación.
Para nosotros cruzar el estrecho a nado es tarea imposible. Para Héctor seguro que será posible aunque también es probable que será muy duro. Confiamos en que en tus adentros cantes tus raps y tus melodías para animarte. Y confiamos estar en la playa para darte un abrazo en la salida de septiembre.
De José y de Héctor, igual que de Carlos Córdoba, que este próximo domingo hará sus 17 kilómetros en Calcuta para recordar que todo gesto cuenta, nos quedamos sobre todo con vuestra generosidad. Dar y dar, sin pedir nada a cambio, para ayudar a los demás, ese es vuestro lema en este reto. Nos impresiona y nos devuelve la confianza en la Humanidad.
No vivimos tiempos fáciles. Hoy tenemos el corazón encogido por la fatídica curva de Santiago, que tanto dolor ha causado. Pero cada día en nuestra Humanidad hay millones de momentos de dolor, de desarraigo. Es parte de nuestra condición humana. Por eso la llamada a querernos y a respetarnos, antes de que sea demasiado tarde.
Pero José y Héctor nos dan una respuesta. Su esfuerzo es homenaje a lo mejor del ser humano. Su esfuerzo es manifestación de vida. Su esfuerzo nos vivifica y nos anima a que nuestros pensamientos sean elevados, amorosos, integradores. Y desde ese pensamiento, nuestra acción será limpia, poderosa, noble.
Visualizamos cada brazada de Héctor en el estrecho como un mensaje al Cielo de que los seres humanos, a pesar de nuestras limitaciones, merecemos una oportunidad. Vemos cada brazada como un recordatorio de que no seremos por siempre ajenos al mensaje de Jesús cuando nos dijo “amaos los unos a los otros como yo os he amado”. Agradecemos cada brazada como un poderosísimo testimonio del amor en acción.
Dijo Jesús: “Mi padre trabaja y yo trabajo con Él”. José y Héctor trabajan también con Él, en primerísima línea. Sois por ello esa buena gente, esa sal de la tierra, hoy más necesaria que nunca.
Que los Dioses os sean propicios, que cada brazada de Héctor sea una brazada de amor por los que sufren, esa es nuestra petición. ¡Que vuestro ejemplo nos ilumine!
Con el mejor afecto,
José Luis Capita y Joaquín Tamames