Como están acostumbrados a alcanzarlo todo del mundo exterior, tanto si se trata de seres o de cosas, los humanos tienen siempre necesidad de recibir… E incluso de tomar, ya que cuando no reciben lo que esperan, buscan obtenerlo por todos los medios, incluso los más ilícitos. Y he ahí el lado malo de esta costumbre de esperarlo todo del exterior. Aquel que logra sentir que lo posee todo en él mismo, se siente tan rico que experimenta la necesidad de dar a los demás algunos de los tesoros que ya no puede contener.
Aprended pues a buscar la riqueza en vosotros mismos. Al principio, es posible no encontréis gran cosa, pero poco a poco quedaréis deslumbrados por la abundancia, la belleza de lo que llegaréis a descubrir. Entonces sólo pensaréis en compartir con los demás, y teniendo esta necesidad de dar siempre, os acercaréis a la Divinidad.
Omraam Mikhäel Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta