«Cuando miras a la muerte con el ojo de la sabiduría ves que, al fin y al cabo, todo es un pensamiento de Dios pasando a través de una pesadilla hacia la feliz libertad otra vez… En el mundo astral del Señor -el lugar al cual van las almas después de la muerte- disfrutan de una libertad sin parangón en el mundo terrenal. Así que no os preocupéis por la persona que está muriendo, ya que en seguida se verá liberada. Una vez ha pasado esa ilusión, ve que la muerte no era tan mala al fin y al cabo. Se da cuenta de que su mortalidad fue solo un sueño y se alegra de que ahora ningún fuego puede quemarle, ni hay inundación que pueda ahogarle. Está libre y seguro».
Paramahansa Yogananda