Nuestro amigo Alfredo nos manda estas palabras del Buda.
Son apropiadas en todo momento, y sobre todo pensando en los que sufren. Más aún, pensando en los que sufren una muerte violenta a manos de otro ser humano.
Si…
Como sugiere el Buda, deberíamos tratar a todo ser viviente como si fuera nuestro hijo más querido.
«Como una madre que cuida de su hijo, de su único hijo, cada uno de nosotros, con un corazón ilimitado, debería amar a todos los seres vivientes, irradiando amor y bondad por el mundo entero. Hacia arriba hasta los cielos, hacia abajo hasta las profundidades, libres de odio y mala voluntad. Ya estés de pie o caminando, sentado o acostado, sin caer en el sopor, recuerda y sostén esto en tu mente.».