Cuando comáis, pensad también en enviar al alimento vuestro amor, porque entonces se abrirá para daros todos sus tesoros. Mirad las flores: cuando el sol las calienta se abren, y cuando desaparece se cierran. ¿Y el alimento? Si no lo amáis no os dará casi nada, se cerrará; pero si lo amáis, si lo coméis con amor, se abrirá, exhalará su perfume y os dará todas sus partículas etéricas. Estáis acostumbrados a comer automáticamente, sin amor, para llenar un vacío, pero intentad comer con amor y sentiréis en vosotros una disposición maravillosa.

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). “El yoga de la nutrición” p.30, Editorial Prosveta