Cuando comáis, aprended a concentraros en el alimento pensando que comulgáis con todo el universo. De esta manera, los alimentos os contarán su historia, os hablarán de la tierra, del viento, de la lluvia, del rocío, del sol, de las estrellas…
La nutrición puede ser comparada con la radiestesia. ¿Os extraña?… ¿Qué es la radiestesia? La capacidad de detectar las radiaciones emitidas por los objetos. Pues bien, el alimento ha recibido las influencias del cosmos entero: no sólo los cuatro elementos han participado en la elaboración de todos los alimentos que comemos, sino que el sol, las estrellas, les han impregnado con sus rayos. Si los humanos estuviesen más atentos, si comprendiesen la riqueza y el valor del alimento, si aprendiesen a comer con amor y gratitud, podrían recibir y descifrar los mensajes que transporta y descubrirían las maravillas de la creación.
Omrram Mikhäel Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos. Editorial Prosveta