… A lo largo de la vida, desde niños, desde el colegio hasta que morimos, nos educan comparándonos con otros; sin embargo, cuando me comparo con otro me destruyo a mí mismo. En una escuela, en una escuela pública donde hay muchos niños, si comparamos un niño con otro más inteligente, con el estudioso de la clase, ¿qué sucede realmente? Están destruyendo al niño; y eso es lo que hacemos durante toda la vida. Ahora bien, ¿es posible vivir sin comparar, sin compararse con nadie? Eso significa que no hay alto ni bajo, que no existe uno superior y otro inferior. Uno es lo que es y para comprender ‘lo que es’ debe terminar ese proceso de comparación. Si me comparo continuamente con algún santo, maestro, hombre de negocios, escritor, poeta, etc., ¿qué me sucede, qué es lo que hago? Me comparo con el único objetivo de ganar, lograr, llegar a ser, pero cuando no comparo, empiezo a comprender lo que soy. Empezar a comprender lo que uno es es más fascinante, más interesante y va más allá que cualquier estúpida comparación.
Jiddu Krishnamurti, Charlas y diálogos en Saanen, 1967