De nuevo las principales naciones del mundo inician una carrera armamentística sin precedentes, con Estados Unidos a la cabeza: 515.000 millones de dólares previstos para el presupuesto de 2009.
Este presupuesto alimenta el de otros países, en una espiral de sinsentido que se resume en la doctrina “guerra perpetua para alcanzar la paz perpetua”.
Esta carrera puede llevar a situaciones límite como las que vivimos en la Guerra Fría y también a la destrucción del planeta.
«Los efectivos militares son destructivos no únicamente en tiempos de guerra. Por su misma concepción, son los mayores agentes violadores de los derechos humanos. Una vez que un Ejército se ha convertido en una fuerza poderosa, existe el riesgo de que destruya la felicidad de su país. Mientras existan ejércitos poderosos acechará el peligro de una dictadura», escribió el Dalai Lama en “Desarme, paz y compasión”.
Es preciso pensar en términos de desarme global y, mientras éste no sea el objetivo de las naciones desarrolladas, el armamentismo y sus secuelas desestabilizadoras no podrán ser erradicados.
Llamamos a la sociedad civil para que allá donde pueda expresarse se exprese con valentía y claridad contra esta dinámica hobbesiana y destructora. Cada acto y palabra en contra de este sinsentido, por pequeño que parezca, tiene su significado. Necesitamos como nunca una opinión pública valiente y responsable.
Necesitamos que la fuerza de la buena voluntad sea superior a las fuerzas destructivas. El armamentismo es destructivo.
Si estás de acuerdo con lo que aquí se expresa, por favor difunde este mensaje.
Gracias
Fundación Ananta