Esta tarde hemos recibido esta foto hecha hace un rato en Huelva.
Cuando estamos en silencio y receptivos, Dios nos habla de muchas maneras.
El atardecer evoca muchas cosas: una de ellas es la fraternidad, la unidad.
La bondad y el amor están mucho más extendidos de lo que creemos.
Gracias a Dolores por tenernos siempre presentes.