¡Cuántas veces estáis dispuestos a seguir los consejos de vuestra naturaleza inferior! Desde el momento que os dice: «Mira éste de aquí, te ha engañado, te ha perjudicado, te ha calumniado, debes darle una buena lección», os precipitáis para obedecerla, creyendo que tenéis el derecho y la justicia. Pues bien, no, y a partir de ahora, debéis ser capaces de analizar de donde viene cada impulso: veréis que a menudo, es vuestro yo inferior quien os aconseja. Y en este momento, sabed que no conseguiréis nada bueno. Se necesitan años para adquirir este discernimiento, porque no es tan fácil, es incluso muy sutil: ¡la naturaleza inferior es capaz de tomar tantas voces y apariencias engañosas!

Un verdadero Iniciado, precisamente, es un ser que se ha ejercitado durante toda su vida en discernir si sus impulsos proceden de su yo inferior o de su Yo superior. Diréis: «¿sólo esto?» Sí, pero ¡todo depende de este discernimiento! Hasta que no trabajemos para adquirirlo, permaneceremos débiles, insignificantes, desgraciados.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta