«Asistís, por la mañana a la salida de sol: una esfera luminosa emerge lentamente de la oscuridad y su resplandor acaba llenando todo el espacio. Sumergíos en esta luz como en un océano que vibra, que palpita… Imaginaos que nadáis en ella, que os fundís con ella, que la respiráis, que la bebéis. Dejaos absorber por esta claridad, hasta sentir que todas vuestras preocupaciones, que todas vuestras dudas y vuestras oscuridades se disuelven en ella.

Cuando hayáis aprendido a fusionaros con la luz solar, ésta os acompañará por todas partes. Impregnará todas las células de vuestro cuerpo que empezarán a vibrar al unísono con el espíritu del sol. Y no sólo recibiréis energías de este depósito cósmico inagotable, sino que os será dado el verdadero saber, un saber que os mantendrá siempre vivos.


In the morning you go to watch the sun rise: a luminous sphere emerges slowly from the darkness, and its brilliance soon fills all of space. Immerse yourself in this light, in this ocean of vibrating, pulsating life… Imagine you are swimming in it, merging with it, breathing it, drinking it. Let yourself become absorbed in this brightness, until you feel all your cares, your doubts and your darkness dissolve in it.

When you have learned how to merge with the sunlight, it will be with you everywhere you go. It will infuse all the cells of your body, which will begin to vibrate in unison with the spirit of the sun. And not only will you receive energies from this inexhaustible cosmic reservoir, you will also be given true knowledge, knowledge that will always keep you full of life.»

(Omraam Mikhäel Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta)