Entre rito y rito y desde Lérida tengo tiempo de escribir algunas palabras. Ayer fui al estreno de una película muy esperada: Avatar. Los que hayáis visto la película «El Nuevo Mundo» os sonará mucho la historia de amor que nace de Avatar comparándola con la de Pocahontas.
Muy buenos los efectos especiales y muy buena la idea global, sobre todo desde un punto de vista ecologista y antropológico. El mensaje es bien claro y me gusta ver como se tratan los temas sobre el respeto a la Naturaleza. Hay una idea fuerza que es gratamente hermosa: la idea del vínculo. Quizás inspirada por la teoría Gaia pero, además, una visión que las razas más antiguas siempre han tenido presente. Estamos inexorablemente conectados con la naturaleza y debemos vivir con Ella, en una armónica convivencia nacida de la Unidad imprescindible entre todos los seres vivientes. Así, el respeto nace de la consciencia de ese vínculo y sólo cuando somos iniciados en esa enseñanza pura tomamos parte activa en la marcha común. Es así como la Madre nos habla, nos transmite la experiencia y nos provoca para crear un mundo armónico. Es así como nos sentimos responsables de todo cuanto pasa, luchando a cada instante, en las pequeñas cosas del día a día por mantener un mundo mejor. Volvamos al vínculo tal y como nos transmite la película y no perdamos el verdadero sentido de la Creación. Os recomiendo que vayáis a verla, especialmente a los seres sensibles, a aquellos que conectan con la tierra y el cielo dando gracias por todo cuanto tienen y ocurre…
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