En ocasiones anteriores, por estas fechas, he compartido mis reflexiones acerca del significado y sentido de la Navidad, de las Fiestas, de la Felicidad. Sin ánimo negativo, percibo que para muchos ni son Navidades, ni son Fiestas ni mucho menos Felices ya que siguen empeñados en “ver la realidad”, ¡¡estamos en crisis!!, y dejarse de monserga. Bien, pues reflexiono sobre la realidad racional nacional, aún cuando el ser humano es, demasiadas veces, el más irracional de los seres. Así que centro el pensamiento en estos días de consumo y gasto económico, puro y duro.
Hay términos que se utilizan y ponen de moda aún cuando nadie se plantee su significado. Por todas partes, leemos y oímos economía sostenible, energía sostenible, gasto sostenible, desarrollo sostenible… ¿Sabemos que es sostenible? El diccionario define el término como “que puede mantenerse por sí mismo… sin ayuda exterior ni merma de los recursos existentes”.
Pues hablemos de consumo y gastos sostenibles en estas fechas. Y empiezo por lo básico: no se puede dar lo que no se tiene. Racional, ¿verdad?, ¡obvio! Pues no lo es si nos fijamos en la compulsión y en el aspecto y conductas de adictos que vemos en las personas, en estos días, en los grandes centros comerciales. ¿Caras de alegría, conversaciones animadas, buen humor, ilusión…? Al contrario, ceños fruncidos, prisas, quejas a porrillo, palabras malsonantes y mucha negatividad es lo que envuelve la búsqueda y compras de viandas y regalos para nuestros seres queridos. ¡Qué ironía! Pero es que no se puede expresar alegría, ganas, entusiasmo y buen humor cuando nuestros pensamientos son de incomodidad, carestía, fastidio y escasez.
Por eso la propuesta es vivir estos Días Sostenibles:
– Buscando y manteniendo el propósito y sentido de las reuniones familiares, las compras y los regalos.
– Aceptando nuestra disposición económica, sin centrarnos en si es mucha o poca y alegrarnos de tenerla y emplearla en demostrar lo que valoramos, apreciamos y queremos a nuestros seres queridos, amigos y compañeros y por eso decidimos reunimos alrededor de una buena mesa y les entregamos regalos.
– También somos invitados y recibimos regalos, así que nos quieren.
– Hay muchas formas de expresar el amor: con palabras, gestos, detalles… que no cuestan dinero, solo cariño y respeto. De hecho se consideran y agradecen más que un objeto material o un banquete repleto de desamor.
– Crisis no es solamente falta de dinero y situación dificultosa, es una oportunidad de cambio, de arreglo de lo que no funciona; una vuelta al valor de la persona, del amor, de la familia, del trabajo bien hecho, del esfuerzo, la perseverancia, la paciencia, la colaboración, la ayuda… Una oportunidad de Vivir Sostenible.
Al final, mi reflexión, realista y racional es Felices Fiestas Navideñas Sostenibles para todos.