Entramos en una nueva etapa donde la naturaleza se tiñe de melancolía. El otoño es un excelente momento para conectarnos con nuestra propia esencia, despojados de la superficialidad, de la vistosidad. Demostrarnos al igual que la vibración de la naturaleza, que todo es posible. La frondosidad y la escasez forman parte de la vida, de nuestra tierra, de nuestra esencia. Las dos forman parte del todo.

El otoño es un momento mágico para gozar con los sentidos que se impregnan en la tierra, en el cielo, en la naturaleza…, donde los colores brillan en la tierra como una alfombra de rojos, verdes y dorados. Colores de la riqueza que hará de abono para una nueva primavera, para renacer.

Creo que así tendría que ser nuestro nuevo otoño. Después de tanta opulencia, de tanta frondosidad y tanto crecimiento, tenemos delante nuestro una nueva oportunidad de reflexión, de autenticidad, de sencillez, de abonar la tierra para un nuevo despertar, en un terreno de madurez, de humanidad, más responsable y con más amor.

Nunca como ahora había tomado conciencia de la palabra “despertar”, creo que estamos despertando a la conciencia, a las contradicciones que tenemos como seres humanos, a nuestras relaciones insanas, a nuestro estilo de vida, a la oscuridad de nuestro propósito.

Estamos despertando a la sensibilidad, a la amorosidad y a la responsabilidad personal y colectiva. Nos están diciendo que estamos en crisis, porque el sistema de valores donde se apoyaba nuestra visión del mundo se está desmoronando. Empezamos a tener miedo de lo que podemos perder o ya hemos perdido a nivel material, empezamos a tener miedo por lo que será, empezamos a tener miedo de no poder contemplar la vida desde la comodidad del nuestro sofá. Empezamos a tener miedo a que las circunstancies nos obliguen a salir de la nuestra seguridad del bienestar material.

Ya es hora que despertemos de nuestra inconsciencia o ignorancia, de mirar hacia otro lado, de permitir las coses que están pasando, todos tenemos nuestra parte de responsabilidad, como padres, educadores, sanitarios, directivos, colaboradores, políticos,… científicos y espirituales.

Es necesario caminar con conciencia, desde nuestra autenticidad, compartiendo con otros, en los lugares de trabajo, con la familia, en las instituciones, con la madre naturaleza y especialmente dentro de nuestro corazón.

Este fin de semana he tenido el privilegio de asistir al acto “CONTIGO SOMOS + PAZ”. Nos hemos reunido personas que entendemos que ya es hora de caminar, cada uno a su ritmo, con las propias contradicciones internas, con la visión personal del mundo. Conscientes de lo que podemos hacer para construir un nuevo futuro. Ha sido un espacio de encuentro emocionante y reflexivo.

Es necesario ponerse en pie y cada uno, desde dentro nuestro y orientados hacia los demás, caminar hacia un nuevo futuro más solidario, más respetuoso, más responsable y con mucho más amor.

Gracias hermana Jayanti que nos has regalado con tu sencillez un mensaje de amor y gratitud. Y con tu propuesta de deberes nos has animado a cultivar esta cualidad tan poco frecuente en el nuestro entorno, una actitud de agradecimiento, por lo que somos, por lo que hacemos y por lo que tenemos. Gracias Joan Antoni Melé por tu provocación de evidenciarnos nuestras incoherencias desde el estado del bienestar y por apostar con compromiso hacia otras alternativas económicas más éticas. Gracias Jorge Carvajal, porque tus palabras son una melodía que te surge del corazón, porque tu canto es un canto de esperanza, es un canto de libertad y de amor. Gracias Alex por recordarnos que bienvenidas son las crisis que nos hacen avanzar. Gracias a la poesía y música que impregnó este encuentro. Gracias a todos los que lo habéis hecho posible.

AHORA ES EL MOMENTO DEL DESPERTAR…

Otoño de 2009
TERESA PUYOL
Desenvolupament Humà
www.desenvolupamenthuma.com

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