Sobre “El barón rampante”, la hermosa fábula de Italo Calvino


Queridos amigos de Ananta. Hace unos días enviamos a algunos amigos un ejemplar de “El barón rampante”, la poética y muy inspiradora obra de Italo Calvino, publicada en 1957. En esta hermosísima fábula, Cosimo, un noble del siglo XVIII, se sube a un árbol con motivo de una disputa con su padre, y nunca más vuelve a bajar.

Recientemente he releído el libro, pues mi hijo pequeño pasa muchas horas subido a los árboles, tal como ocurriera con Cosimo. Lo he releído para ver si puedo pasárselo a él, pues dado que lo leí en 1974 no recordaba si tenía escenas que no pudieran ser recomendables para los 11 años de mi hijo. Lo he releído después de 35 años, y la magia y poesía que me evocó entonces han vuelto a producirse. Ya he pasado el libro a mi querido hijo.

Uno de los destinatarios de nuestro libro-regalo fue un conocido editor de Barcelona, luchador y entusiasmador de profesión.

Hemos recibido esta bonita y entusiasmante respuesta de nuestro querido amigo editor, que compartimos con nuestros lectores por su vitalidad y frescura y también por su hombría de bien. Nos ha producido una gran sonrisa.

“quiero que mis libros no hayan significado un sacrificio feo a un bello árbol, quiero que los árboles que han hecho mis libros se sientan como madres de mis libros”

Un fuerte abrazo, con el afecto de siempre.

Joaquín Tamames

“Fui tan feliz leyendo este libro!!!!!!!!!!!!!!

Cosimo hace feliz

Quiero que mis libros hagan felices a la gente

Quiero que mis libros saluden y agradezcan a los árboles que los han hecho posibles

Quiero que mis libros no hayan significado un sacrificio feo a un bello árbol, quiero que los árboles que han hecho mis libros se sientan como madres de mis libros

Quiero salir de esta farsa de cosas banales y quiero que mis libros lleguen

Que mis autores hablen

Que sus palabras emocionen

Que mis libros hagan menores mis defectos como editor y como persona

Que mis libros me trasciendan

Que se lea mi catálogo como parte de mi homilía (eulogy)

Que mis amigos se encuentren

Que sea , mi entierro, tres días de fiesta

Que suenen las variaciones Goldberg, «What a wonderful world» de Louis Armstrong y «Veles e vents an mos desigs complir», de Ausiàs March, en versión de Raimon”

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