Loretta Napoleoni se pregunta “si merecía la pena llevar a EEUU a la bancarrota y lanzar al mundo entero a una grave recesión para exportar una democracia de corte occidental a países que ni siquiera conocen su verdadero significado”. Cuando comenta esto, uno podría pensar que tiene enfrente a una activista dogmática, que no sabe ni una palabra de economía.

Nada más lejos de la realidad de esta italiana, que vive en Londres desde hace 30 años, experta en redes internacionales de blanqueo de dinero y en financiación del terrorismo, que se licenció en la Universidad John Hopkins, en EEUU.

Napoleoni ha trabajado como economista para el Fondo Monetario Internacional, el Chase Manhattan Bank, el Banco Nacional de Hungría y la agencia de bolsa Laurie Millbank, además de haber ejercido como consultora en Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo y en la ONU. Esta autora de ensayos best sellers, como Economía canalla, ha publicado en España, en la editorial Paidós, su último libro: La mordaza. Las verdaderas razones de la crisis mundial.

Según esta experta, “nos encontramos ante una especie de tormenta perfecta producida por el abuso financiero y por la negligencia política”. Este segundo aspecto, el de la negligencia política, es el que nos está afectando más de lo que creemos. Aunque algunos medios internacionales anunciaran a finales de 2009 que la crisis había terminado, los ciudadanos de a pie aún se preguntan “cómo podemos estar fuera de la crisis si la gente sigue perdiendo su trabajo”, argumenta.

El asunto que plantea La mordaza es que el 11 de septiembre de 2001 fue el punto de partida de la crisis que padecemos. Napoleoni sostiene que la financiación de las guerras contra el terrorismo por parte de Estados Unidos y de sus aliados son el origen de los males económicos actuales.

“La política antiterrorista de Estados Unidos en los últimos años ha provocado una crisis económica que ahora hay que resolver”, afirma. “La política del miedo no es nada nuevo; ya se practicó con éxito durante la Guerra Fría: hay que presentar el mañana como algo mucho más peligroso que el hoy. Pero eso no es una política europea”.

¿Criminales o enemigos?
Napoleoni explica en su libro que, frente a la amenaza del terrorismo, los europeos hemos hecho justo lo contrario que EEUU. En Europa se considera que los terroristas son criminales. Pero cuando se les trata como a enemigos, las tornas cambian y hay que emprender guerras. Sin embargo, ese miedo al terrorismo ha resultado “muy eficaz para distraer la atención de los ciudadanos occidentales del caos económico de los últimos veinte años”.

Vivimos atenazados por la política del miedo. “Sentimos temor a un ataque terrorista, a que caigan las bolsas, a la crisis del euro. La política es siempre de situaciones excepcionales. Hemos perdido el concepto de política, y eso es grave”, puntualiza.

Para Napoleoni, esa política del miedo se ha financiado mediante la venta de obligaciones americanas en el mercado internacional. Según su razonamiento, el Gobierno estadounidense alentó la bajada de los tipos de interés de los bancos norteamericanos, a través de la Reserva Federal, para revalorizar y vender las obligaciones del país con el objetivo de pagar las guerras contra el terrorismo en Irak y Afganistán.

“Después del 11-S, los tipos de interés pasaron del 6% al 1,5% en un año y medio. Ni siquiera durante la crisis de los mercados asiáticos en los 90 se habían rebajado tanto. Se ha vendido crédito a la población y a los países, algunos como Grecia, por ejemplo, que no se lo pueden permitir”.

Y cuando los intereses bajan, las obligaciones aumentan de valor. “Las guerras de Irak y Afganistán están financiadas con deuda, y aunque todos los conflictos se pagan así, en esta ocasión la cantidad es excesiva y sin precedentes”.
EEUU se encuentra, sobre todo ahora, en Afganistán, “en una situación de punto muerto, donde ya no controla nada”, afirma Napoleoni. “Lo que está conduciendo al país a la bancarrota son esas dos guerras que no consigue ganar, financiadas por otro país, China, que está comprando la deuda estadounidense”.

Construir una nación
EEUU se enfrenta a problemas similares a los vividos por los soviéticos en Afganistán en los 80. “El objetivo de estos dos conflictos es hacer de ese Estado un país amigo. Hace 20 años, la URSS quiso convertirlo en un satélite del bloque soviético”. EEUU, que ha anunciado su retirada del país en julio de 2011, ha querido transformarlo en una democracia de corte occidental. “El juego de construir una nación es peligroso, y Washington ha cometido los mismos errores que Moscú”.

Los hechos, dice Napoleoni, apuntan a que EEUU está perdiendo la guerra en Afganistán, que se ha convertido en un narcoestado donde el Gobierno de Hamid Karzai convive con los innumerables señores de la guerra y los talibanes convertidos en narcotalibanes. “Desde 2001, el tráfico de heroína se ha cuadruplicado. Antes, el opio iba de Afganistán a Europa, principalmente al Sur de Italia, y ahí se transformaba en heroína”. Desde hace tres años, los talibanes importan productos químicos para transformar ellos mismos el opio. “Se gana más vendiendo el producto final, sin intermediarios”.

Desde la tragedia del 11-S, el gran error ha sido ligar terrorismo y economía. Y lo peor, denuncia Loretta Napoleoni, es que no existe interés en tocar este asunto. Esa es la terrible, la amenazante mordaza que silencia a Occidente.

 

Carmen Méndez, diario Expansión, 20 agosto 2010