Nos escribe la maestra de David:

“Como ahora venía el día de la madre, y el día 3 de mayo sería el cumpleaños de David, se juntan muchas fechas especiales y se me ocurrió hacer estas flores de fieltro con las manos de los niños, cada una con su nombre, para dárselas a María. Mi hermana me las cosió a máquina, porque yo no sé, y me parece que han quedado bonitas. Se las dimos el viernes y se emocionó mucho”.

Asi que aquí están los compañeros de David, un poco formales y serios, pero cada uno con su flor de fieltro.

Que estas flores traigan alegría. Y que cada uno de nosotros, en nuestro interior, escojamos la alegría de sabernos unidos al Uno. Cuando eso ocurre, todo resplandece, y siempre hay esperanza, incluso en los días más grises.