«Las personas ordinarias que trabajan en la fábrica de la vida con solo deseos como herramienta, y sin ningún entrenamiento espiritual, reciben sobre todo tristeza; igual que un mecánico sin preparación se hiere al intentar manipular una maquinaria compleja. El Gita por tanto aconseja a los hombres poner en práctica las actividades liberadoras del alma de la meditación, devoción, moralidad, servicio, y amor divino en observancia de un fuego espiritual purificador en el que se inmolan todas las manchas humanas.»

Paramahansa Yogananda, El Bhagavad Gita, p351. Imagen: atardecer en Gras /(Huesca), 25 noviembre 2020, cortesía de Carlos Bravo Suárez