Existen toda clase de libros que dicen cómo meditar y qué fórmulas se deben pronunciar durante las meditaciones… No niego que sean bellas, útiles y eficaces. Pero hay una palabra que jamás se menciona, una palabra que para mí es la más poderosa de todas, una palabra que ilumina, que armoniza, que cura, es la palabra «gracias». He intentado muchos métodos en mi vida, he realizado muchos experimentos, pero el día en que me acostumbré a pronunciar conscientemente la palabra «gracias», sentí que poseía ahí una varita mágica capaz de transformarlo todo. Y en vosotros también, si sabéis como debéis pronunciarla, hará un trabajo hasta la médula de vuestros huesos.No hay nada más importante que dar la gracias a Dios: «Gracias Señor, gracias con todo mi corazón, con todo mi pensamiento, con toda mi alma, con todo mi espíritu, gracias.» Disponéis de toda la eternidad para comprobar el valor de esta palabra.

Omraam Mikhäel Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos. Editorial Prosveta