La directora de Río Abierto en España cree que la transformación hacia un mundo mejor es un hecho imparable
27-Dic-07 Uno de los modos de expresión preferidos de Graciela Figueroa (Uruguay, 1944) es la danza. Por eso su manejo de las palabras está tocado con la coherencia de quien vive traduciendo a lo terrenal el lenguaje del alma que es la música. Y la música le regala además una metáfora que le ayuda a explicar su principal certeza: el tono que marca la sinfonía del Universo es el amor-sabiduría. Lo dice así, como si no pudiera concebir esos conceptos por separado.
Bailarina desde los dos años y dedicada en cuerpo y alma a la transformación en la que cree, Graciela Figueroa se muestra segura en esta entrevista con Fundación Ananta, de que nadie puede frenar ya el cambio hacia un mundo más justo y mejor para todos.
Desde la organización Río Abierto www.espaciodesarrollo.org.uy y www.rioabierto.es cuyas delegaciones en España y Uruguay dirige, propicia en cientos de alumnos, a través del movimiento y la expresión de los diferentes cuerpos, la posibilidad de explorar nuevas formas de estar en el mundo, y de intentar avanzar por el camino de la libertad hacia su propósito genuino.
En la escuela, que nació en Buenos Aires de la mano de María Adela Palcos, los profesores que se forman no enseñan tanto a bailar como a reconocerse en el propio movimiento y en la propia transformación, y a ayudar a los demás a encarnar en el cuerpo los dictados del alma.
En Uruguay acaba de dar a luz una fundación que lleva su nombre y que se apellida “para la Paz y el desarrollo armónico” con la que facilita la expansión de todo su trabajo docente, terapéutico y creativo hacia sectores de la sociedad desfavorecidos, en los campos de la educación, la salud, el arte y la convivencia.
Fundación Ananta: ¿Qué hace importante danzar?
Graciela Figueroa: Ocupar el espacio, moverse, ayuda mucho en el bienestar, no sólo del cuerpo físico energético, sino también emocional y mental; crece la confianza en uno mismo y también en el mundo. Vivimos muy por debajo de lo que somos, incluso en lo mecánico, y la danza ayuda a ocupar otros espacios y a completarnos como personas; a armonizarnos.
FA: ¿Se trata de un camino espiritual?
GF: Es evidente que bailando se transforma la energía, el nivel del ser de la persona; la gente se siente en general mejor. Como todo, depende de cómo lo uses, pero tiene esa posibilidad clara. El baile, a través de los siglos ha sido visto como una forma de conexión… Me viene a la memoria un evangelio apócrifo de San Juan, en el que Jesús aparece danzando en círculo y dice: “quien no danza no sabe qué va a pasar”.
FA: ¿Cómo se entiende que resulte expansivo para la conciencia? GF: La persona que trabaja para su realización, para completarse como ser humano, cada vez escucha más la voluntad del Todo. Que cada uno ponga la palabra que quiera: Dios, Diosa, Universo, Cosmos, Inteligencia suprema…. Las voluntades se unen. Cuando busco lo más profundo en mí, eso se une a la voluntad cósmica… Todo lo que conecta más con uno, conecta con los otros. Ayuda a entenderse a sí mismo y a los otros.
FA: Ahí hay un comienzo para un cambio de paradigma
GF: Cuando intento hacer lo mejor para mí y para los que me rodean de una manera honesta, eso me va guiando hacia algo que es bueno para todos; si busco desanudarme, limpiarme, inmediatamente lo reflejo en mi familia, en mi trabajo, en todo. Es de una potencia enorme y apoya la certeza de que el mundo puede ser lo que queremos todos.
FA: Sin embargo, cuerpo y espíritu están tan distantes a veces…
GF: Hay personas que dicen “esto es espiritual, y esto otro es material”, pero yo creo que lo espiritual está en todo. Al articular las ideas, a veces queremos poner el espíritu en el cielo y la materia en el suelo… da igual cómo separes los nombres… está todo en todo. Puedes mirar para abajo y llamarlo tierra, mirar para arriba y llamarlo espíritu, o puedes mirarlo todo como una unidad.
FA: ¿Por qué resulta tan especial bailar en grupo?
GF: Se vivencia el sentimiento de que un poquito que cada uno haga es enorme y produce el máximo milagro. Ahí sentimos que todos somos uno, y a la vez cada uno se siente único y con su propio lugar, sin necesidad de pelearlo. Eso crea una sinergia que hace que la energía se multiplique, que cambie de estado, que dé el salto cuántico.
FA: Se entiende muy bien ahí el manto de amor-sabiduría
GF: Tiene que ver con la energía que -dicen algunos y yo también lo siento- lo une todo. De alguna manera nos cubre y, de otra, nos sostiene y nos mueve. Como cuando decimos Rapsodia en Do mayor, es esa nota, ese rayo que marca todo.
Hasta los científicos dicen ya que somos más espacio que materia, si es que cabe hacer la diferencia. Se dice que hay siete rayos activos en el Sistema Solar, y cinco más que se están manifestando… Esto corresponde a una explicación de las que ha llegado en forma de irrupción creativa, espiritual. Como siempre, cabe preguntarse si es verdad cien por cien; yo hablo de ello si siento que va a ser bueno para nosotros, “por sus frutos los reconoceréis”.
Con frecuencia en clase trabajamos los tres primeros rayos: uno es la voluntad de vida, la energía que tiene más que ver con el cuerpo, y el tercero es la inteligencia activa, que tiene que ver con la luz, la intuición, la imaginación, la inspiración… Entre ambos estaría este segundo rayo, de amor-sabiduría, esta cualidad que lo une todo.
FA: Cada aspecto parece independiente.
GF: El camino de permitir llegar el Cielo a la Tierra, que parece que todos queremos, pasa por armonizar todas esas inteligencias que tenemos los humanos; que trabajen juntas sin interferirse: que mi instinto de supervivencia no invada mi centro intelectual, que mi intelecto no mate mi corazón; que estén alineadas y en armonía… Se trata de una integración dinámica y adecuada a cada momento
FA: ¿Es posible otro mundo?
GF: La transformación está ocurriendo ya, en este momento, por todos lados. El poder del amor y de la luz es algo que nadie puede frenar ya, aunque en las noticias veamos cosas muy distintas.
FA: La situación del planeta es alarmante
GF: Algunas cosas “negativas” están ayudando a crear esa conciencia. En cualquier lado se ha oído hablar del cambio climático, y eso ya es un sentir el ser de la tierra. Son cosas que dan la pista de que, siendo individuos indivisibles y únicos, somos también una humanidad única. Cada uno con su espíritu, pero una sola humanidad y habitando en una sola tierra. Y los niños tienen ahora una conciencia inmensa.
FA: ¿En qué medida son responsables los empresarios?
GF: Todos tenemos una parte de responsabilidad. Son fundamentales los empresarios con una conciencia expandida; necesitamos su ayuda para este mundo nuevo que queremos y para el que trabajamos tantos. Ellos saben cómo llegar a la abundancia para todos, que es la real.
FA: ¿Alguna recomendación?
GF: Que ayuden a que el dinero circule bien, que lo pongan al servicio de ser más felices y de crear felicidad y que se abran a ese tipo de abundancia verdadera. Les recomiendo que chequeen si durante su actividad están abiertos a la guía del corazón y si no han invadido el intelecto con el objetivo único de ganar dinero. En principio, la intención es noble porque el dinero da fuerza, seguridad… El problema es cuando eso invade los centros más altos y se piensa que el dinero es lo único. Todo está en todo, porque la luz lo ilumina todo, y el amor es vida, pero fortalecer la alineación de todos los centros es lo que conduce a la sincronicidad y a la abundancia real.
FA: ¿Conoces empresarios abiertos a esa clase de abundancia?
GF: Esto parece como un reclamo, pero una vez fui a un encuentro que se llamaba Congreso de empresarios para la expansión de la conciencia. Había gente que estaba en los primeros puestos del ranking de los más ricos del mundo y su fórmula de éxito había sido apostar por lo mejor de cada empleado. Se desenvolvían abiertos a la abundancia, tanto desde la inteligencia como desde el amor y la fuente de vida. Es todo un tema.
FA: ¿Crees que es más feliz cuando se pone al servicio de los demás?
GF: No tengo la menor duda; si se hace con la conciencia adecuada, es una ayuda a sí mismo y se traduce en que tiene una vida mejor.
FA: ¿Por qué le sirve a un empresario hacer ejercicio físico?
GF: Es importante; a veces se abren mundos, se ocupan partes nuevas del cuerpo y de la emoción aliada, y también de la mente, de su inteligencia; es muy transformador. Cualquier deporte es ya algo, porque pone en funcionamiento el cuerpo, que tiende a completarse y completar su vida. Todos tenemos pendiente desarrollar algún aspecto. Pero hay formas de ejercitarse que asumen a todo el ser humano, no sólo a su cuerpo físico.
FA: ¿Cuál es el objetivo de la “empresa” Río Abierto?
GF: Tiene que ver con dejar llegar a la tierra nuestra verdadera herencia. Somos seres en crecimiento, no estamos acabados. En Río Abierto nos ayudamos a despertar, a ver la autenticidad de nuestros impulsos, cada vez más profundos. Se trata de encontrar, al final, el propósito del alma. Tratamos de ver nuestra responsabilidad, con nuestras visiones, acciones y sentimientos de cada instante. Formamos parte de las escuelas y seres que se asumen como cocreadores y colaboradores en la posibilidad que tiene la humanidad de dejar llegar el Cielo a la Tierra y la Tierra al Cielo.
FA: ¿Qué hay de la Fundación Graciela Figueroa para la Paz y el Desarrollo armónico?
GF: Acaba de nacer en Montevideo, con la vocación de promocionar el desarrollo a través de las áreas del arte, educación salud y convivencia; es como un impulso para los proyectos sociales que estamos haciendo a pulmón. Hay todo tipo de clases, trabajos en hogares, con niños delincuentes… Las personas que se están formando en Río Abierto en Uruguay trabajan con adolescentes facilitándoles terapia corporal. Desde la salud o el arte, podemos llegar a áreas que de otra manera no se podría. Muy poco a poco pero con una altísima motivación y propósito.
Lola Bastos
www.fundacionananta.org