Con mucho esfuerzo y bonita dedicación el editor Javier León viene publicando libros muy importantes. En 2008 regaló al público la edición de sendas biografías de Nicholas Roerich y Omraam Mikhäel Aïvanhov, ésta segunda en particular una obra imprescindible para conocer su vida. Ahora acaba de editar «Shambhala la resplandeciente», que es el título de uno de los capítulos del libro del mismo nombre de Nicholas Roerich. Animamos a la compra de este libro. Pensamos que son 8 euros muy bien invertidos para colaborar con Javier en la difusión, desde su valiente editorial Séneca-Nous, de importantes enseñanzas con las que comulgamos, que hablan de nuestra dimensión divina, y que nos inspiran cada día.

El link a la editorial es el siguiente: http://www.editorialnous.com

Dice Javier:

Siempre me han interesado los mitos y leyendas de nuestra cultura humana. Pienso que encierran verdades y arquetipos que hay que descifrar y perseguir. Es por ello que desde Nous hemos editado un bonito libro de Nicholas Roerich titulado “Shambhala la Resplandeciente”. Aquí os paso un extracto del prólogo que yo mismo he tenido el honor y el placer de acompañar. Os invito a su enriquecedora lectura y al disfrute de la búsqueda.

“El 15 de junio de 2007 fui invitado por Joaquin Tamames y Jorge Carvajal, de la Fundación Ananta, a acompañarles a un peculiar viaje hacia tierras mongolas. Quisimos acompañar modestamente los pasos de Roerich y otros aventureros que más tarde fueron en búsqueda de la ciudad mítica. En una expedición de unas veinte personas partimos desde Madrid hacia Moscú dirección a Ulán Bator, en Mongolia. El primer día lo empezamos practicando un ayuno de 24 horas, una meditación grupal y unos asanas yóguicos que debían acomodar nuestros cuerpos a la dureza de la travesía.

Pronto partimos hacia las tierras montañosas de Altai y el majestuoso desierto del Gobi. Pasamos por Manzushir, subimos al monte Tsetseegün, en la región de Bogdkhan. Visitamos el templo budista de Manzshir y volamos en avioneta hacia Bayankhongor.

En el desierto dormíamos en las yurtas de los nómadas, en tiendas o simplemente al aire libre. Nos bañábamos en los ríos de agua helada y comíamos una rica comida que nos preparaba el equipo de la expedición. Llegamos hasta Tsagaan Aguy, “la cueva blanca”, donde tuvimos experiencias hermosas. Muy cerca de Bööntsaagan Nuur, “el lago de muchos blancos”, pudimos tocar unos camellos salvajes que lloraban ante el roce de nuestras manos.

Y todo eso hasta que por fin llegamos a Eech Hairhan, “La Montaña Madre”, visitando más tarde uno de los monasterios más antiguos de Mongolia, el Shankh’s Baruun Khuree, el cual en el siglo XVI tenía más de mil quinientos monjes, y hoy día no alberga más de treinta. Desde allí nos dirigimos a Karakorun para volver de nuevo a Ulán Bator.

En esta travesía, concluimos que el viaje a la mítica Shambhala era más bien un verdadero viaje interior hacia la más íntima esencia de lo humano. Quizás el Tercer Lama Panchen (1738-1780) lo expresó mejor en “La Guía a Shambhala” (del tibetano Sham-bha-la’i lam-yig). Este lama explicó que el viaje físico a Shambhala requería de muchas prácticas espirituales. Por lo tanto, el viaje a Shambhala era en realidad una búsqueda interior, la persecución de un ideal humano.

Sea como sea, el viaje hacia los mitos siempre enriquece a la antropología y, especialmente, a los buscadores que emprenden cualquier camino con tal de reencontrarse con las profundas leyendas que configuran el espíritu de nuestra raza. Roerich nos presenta en este librito parte de ese espíritu, y nosotros, aventureros y buscadores incansables del reino de la verdad, ofrecemos este manuscrito para revivir en nuestras carnes la aventura de ir siempre más allá. Que el reino de Shambhala y su leyenda ilumine nuestro viaje”.