Ignoro si quién se hizo esta pregunta y le puso música (matarile, rile, rile) estaba pensando en lo mismo que yo.
¿Dónde está la llave de la verdadera alegría; del contento y de la paz interior?
No recuerdo como sigue la canción aunque sí que para encontrarla quizá habría que descender hasta el fondo del mar.
Mi respuesta también es que se encuentra en lo profundo, pero no hay que viajar a ninguna parte, aunque sí desviar mirada, atención y consciencia hacia el interior de la persona.
En el único sitio donde siempre encontraremos el amor y sus emociones concordantes es en el corazón. Y como todas las emociones siguen al pensamiento, es la mente, con sus pensamientos, la única fuente de satisfacción, plenitud y paz.
Por eso hay tanto malestar, disgusto, descontento y violencia en el planeta: porque condicionamos la alegría, el bienestar, el amor, la abundancia y la paz a las personas, circunstancias, hechos y situaciones de nuestras vidas. De manera que cuando coinciden con nuestras creencias de lo que nos gusta, debe ser o es justo, la cosa va bien, pero cuando es al contrario, la vida es un asco. Y así andamos bastante mareados, de tantas subidas y bajadas en la montaña rusa vital.
La genial Mafalda gritó en una ocasión: ¡que paren el mundo, que me quiero bajar! Hoy voy a seguir su ejemplo, pero como se que el mundo no para, la que decido parar soy yo, a fin de penetrar en mi interior y darle voz y voto a mi Presencia y Sabiduría, verdadera fuente y sede de amor, alegría y paz.
Desde mi mente y corazón puedo dejar brillar mi luz y tú la tuya. Pequeños rayitos ante tanta oscuridad. Quizás. Pero de seguro que el mundo estaría mucho más oscuro sin ellos.
Ana Novo
La Comadrona Espiritual ®
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