¿Cuántas veces al día podemos leer u oír lo mal que está todo, que nos queda “crisis” para rato, que vamos hacia la hecatombe, que la luz al final del túnel está a años luz, que la familia se ha desintegrado, que los adolescentes van sin rumbo…? ¿Hay alguien que no mire para afuera buscando al culpable o culpables: el Jefe del Gobierno, el G-20, políticos, banqueros, la Administración, los maestros, la Sanidad pública, los padres, los niños, la religión, el Euro…? ¿Cómo te sientes entonces y como te sientes ahora que te lo vuelvo a recordar?

Seguro que tu respuesta es: fatal, asustado, angustiado, deprimido, enfadado, resentido, apático… resumiendo: ¡tienes miedo! No es para menos y, para colmo, la única solución propuesta como alternativa es ¡indignaos!

Estoy de acuerdo en que la indignación es una reacción humana que provoca toda la situación descrita y que consideramos injusta; sin embargo, ser consciente de la misma y únicamente mostrar la indignación expresando nuestro disgusto, oposición y enfado, a grito pelado, en el más pacífico de los casos, a mi entender, no solo no sirve para nada, en cuanto que no cambia nada, sino que, y esto está probado científicamente, reforzamos más los pensamientos y sentimientos al respecto, y, por tanto, la nefasta situación que estamos viviendo en nuestro país, sociedad, familia y negocios/trabajos, o la ausencia de los mismos.

Está bien: hay una crisis global de valores y economía pero, sobre todo, de ¡esperanza, esfuerzo, coraje y visión!

La mayoría de las veces, si echamos la vista atrás, podemos apreciar que gracias a problemas, dificultades y sinsabores, que en su momento nos disgustaron y retaron, ahora somos mas fuertes, hemos crecido y hemos aprendido y, seguro, nos va mejor. Lo mismo podemos aplicar para esta crisis. Tenemos claro que el actual sistema no funciona, que no queremos esto y que de seguir así los resultados van a ser funestos. ¡Busquemos las oportunidades escondidas; las lecciones; los retos!
¡Libérate! Despréndete de paradigmas y creencias obsoletas; afronta y supera los obstáculos y miedos; cree que puedes, y podrás. Deja el papel de víctima impotente, marioneta cuyos hilos maneja cualquiera. Recuerda que cada vez que señalamos a alguien o a algo, como responsable/culpable de nuestro estado de ánimo o situación, hay 3 dedos apuntándonos. Efectivamente: somos los únicos responsables, ya que tenemos la libertad de poder elegir nuestros pensamientos, creencias y enfoques y tener la actitud adecuada para responder a personas, hechos y circunstancias, en lugar de reaccionara los mismos.

Liberándonos del miedo, que es la mayor táctica de manipulación que existe, tomaremos las riendas de nuestras vidas, sin dejarnos arrastrar por nadie ni nada. En palabras de Gandhi: “Elige ser el cambio que deseas ver en el mundo”.

Dicen que el éxito solo existe en el diccionario antes que fe, ilusión, optimismo, poder personal, razón, servicio, trabajo y valor. En la vida, el éxito, la plenitud y la alegría son consecuencias de todos estos factores.

Libérate de leer y escuchar a los morbosos agoreros y asustaviejas que no aportan más que datos negativos que provocan angustia y paralización y que, de tanto repetirlos, llegamos a creerlos y tiramos la toalla. ¡De eso nada!

Dejo, para tu reflexión, las palabras de Marianne Wilianson usadas por Nelson Mandela en su discurso de investidura como Presidente de Sudáfrica, y, si eliges hacerlas tuyas, te liberarás:

“Nuestro miedo más profundo no es el de ser inadecuados. Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta. Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, hermoso, talentoso, extraordinario? Más bien, la pregunta a formular es: ¿Quién eres tú para no serlo? Tu pequeñez no le sirve al mundo. No hay nada iluminado en disminuirse para que otra gente no se sienta insegura a tu alrededor. Has nacido para manifestar la gloria divina que existe en nuestro interior. Esa gloria no está solamente en algunos de nosotros; está en cada uno. Y cuando permitimos que nuestra luz brille, subconsciente le damos permiso a otra gente para hacer lo mismo. Al ser liberados de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros.”

Ana Novo
www.creoycreo.com
Autora del libro “Elige tu vida, ¡ahora!
(Publicado en LR CADIZ diciembre/enero 12)

Foto: «Break free» de Tommy Cavarela