¿TIENES HORA?

No me he interesado mucho por la interpretación de los sueños. Ni tampoco por las “señales” que, según dicen, constantemente, Dios o el Universo, nos envía. Así que mi ignorancia en estos temas es absoluta.

El pasado Sábado, sin embargo, me llamó la atención que por 3 veces, con poco intervalo entre ellas, unas desconocidas, por la calle, me preguntaran: “¿tiene hora?”


Realmente, cada vez creo menos en las casualidades, por lo que llegué a plantearme si sería alguna señal o mensaje y que me querría decir.

Aún hay más, hoy Lunes, han vuelto a hacerme la pregunta y poco tiempo después, al adelantar, caminando, a una pareja, ella le pregunta a su compañero: “por cierto, ¿que hora es?”

Como digo, no se nada de señales ni mensajes, pero algo debe significar. O lo mismo es para animarme o ratificarme en mis recientes vivencias.

Estoy en un instante relevante de mi vida, tomando nuevas decisiones y recolocando algunos valores en mi escala: el tiempo, el uso que hago de las horas de mi día, disminuir el ritmo y desenchufar el piloto automático, está escalando posiciones.

Puede que sea por mi edad biológica; o por recientes despedidas de personas cercanas que han llegado al final de su viaje en este planeta; o por mi propia evolución; el caso es que haciendo un uso consciente de mis horas de vida y redefiniendo conceptos como éxito, abundancia, alegría y felicidad y lo que para mí significan, están dando como resultado una manera diferente de vivir, donde quién soy le saca ventaja a lo que hago y a lo que tengo.

Siento que voy por buen camino en mi fórmula del éxito.

En estos momentos, esta fábula, que te comparto, pasa de ser algo razonable y deseable, a una realidad posible. Empiezo una nueva etapa.

También puede ser una señal para ti.

“Había una vez un empresario que estaba sentado junto a la playa en un pequeño pueblo brasileño. Mientras estaba sentado ve a un pescador remando en un barco pequeño con unos pocos peces grandes que había capturado.
El empresario quedó impresionado y le preguntó al pescador, ” ¿cuánto tiempo le toma para capturar esa cantidad de peces?”.
Respondió el pescador,” oh, sólo un corto tiempo.”
“Entonces ¿por qué no permanecer más tiempo en el mar y captura más?” El empresario estaba sorprendido.
“Esto es suficiente para alimentar a toda mi familia”, dijo el pescador.
El empresario le preguntó,” entonces, ¿qué va a hacer el resto del día?”
El pescador respondió: “Bueno, usualmente me despierto temprano en la mañana, salgo al mar y pesco unos cuantos peces, a continuación, vuelvo a jugar con mis hijos. Por la tarde, tomo una siesta con mi esposa, y por la noche voy con mis amigos del pueblo a tomar unas copas. Tocamos la guitarra, cantamos y bailamos toda la noche
El hombre de negocios le hizo una sugerencia al pescador.”Tengo un doctorado en administración de empresas. Yo podría ayudarle a convertirse en una persona más exitosa. A partir de ahora, debe pasar más tiempo en el mar y tratar de atrapar tantos peces como sea posible. Cuando haya guardado el dinero suficiente, usted podría comprar un barco más grande y la captura de peces sería mayor. Pronto será capaz de permitirse el lujo de comprar más barcos, creando su propia empresa, su propia planta de producción de alimentos en conserva y red de distribución. Para entonces, se ha salido de este pueblo y de Sao Paulo, donde se puede comprar un HQ para administrar sus otras ramas. “
El pescador continúa, “¿y después de eso?”
El empresario se ríe de buena gana, “después de eso, puede vivir como un rey en su propia casa, y cuando sea el momento adecuado, puede presentar sus acciones en la bolsa de valores, y usted será rico.”
El pescador le pregunta,”¿y después de eso?”.
El empresario dice, “¡después de eso, usted puede finalmente retirarse, puede mudarse a una casa en el pueblo de pescadores, se despierta temprano en la mañana, pesca unos pocos peces, a continuación, volver a casa para jugar con los niños, tomarse una siesta agradable por la tarde con su esposa, y cuando llega la noche, puedes unirte con tus amigos para tomar una copa, tocar la guitarra, cantar y bailar toda la noche!”
El pescador queda perplejo, “¿no es que lo que estoy haciendo ahora?”

Ana Novo
La Comadrona Espiritual
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