«Probablemente la meditación de ayer, día 3, tuvo algo de especial. Al salir ibamos caminando por Madrid-Rio y aun con cierto silencio interior los pensamientos que nos venían eran «concretos», es como si «Construyo una casa iluminada y en ella moro» fuera palpable. Esto me lleva a pensar que si bien los 3 festivales mayores son potentes, sin duda, es ahora, en lo banal y cotidiano donde deben plasmarse. Pienso que el Festival de Cáncer es algo así como la puerta de entrada hacia la «materialidad» del vivir. En algún momento de la presentación de la meditación, alguien habló del «templo interior» o similar, y me viene este pensamiento porque precisamente este matiz permite vivir esa misma «materialidad» con una perspectiva singular. «Construyo….. y en ella moro». Moro «YO» y ese «YO» es en definitiva el misterio que nos ocupa. Ese YO adquiere una dimensión «sagrada», pero inmanente, esa «presencia» quiere ser y hacerse real en nuestra prosaica pero divina realidad diaria. Fraternalmente».
(Un testimonio de la meditación grupal el pasado 3 de julio)