La verdadera fuerza se encuentra en el espíritu. En consecuencia, debéis penetrar cada vez más dentro de vosotros mismos, recogiéndoos para llegar hasta el principio divino que hay en vosotros. Un día empezará a brotar un manantial, y os sentiréis sustentados, inundados por una fuerza inagotable. Pero si os olvidáis del espíritu y sólo contáis con las cosas externas ––dinero, casas, máquinas, armas–– entonces la fuerza, la verdadera fuerza del espíritu os abandonará. ¿Por qué? Porque no la apoyáis, no pensáis en ella, no os dirigís a ella, no comulgáis con ella. Con los recursos que os queden, seguiréis andando un trecho; pero no iréis muy lejos. Os creéis muy fuertes, pero si perdéis el contacto, el manantial dejará de manar, ¡y entonces veréis lo fuertes y poderosos que sóis.
Omraam Mikhäel Aïvanhov