Si en invierno dejamos las puertas abiertas, el calor se escapa y toda la casa se enfría; y si en verano dejamos las puertas y las ventanas cerradas, nos ahogamos… Todos sabéis esto. Pero muy pocos de vosotros han tomado conciencia de que en ellos también, interiormente, en el plano astral, hay puertas y ventanas, y de que, igualmente, debemos saber cuándo abrir y cuándo cerrar estas puertas y estas ventanas. ¿Cómo conservar el calor, el gozo, la luz? ¿Cómo preservar las riquezas espirituales o adquirir otras nuevas? Dejando cerradas las puertas que comunican con el mundo de abajo, aquéllas por las que se deslizan los espíritus tenebrosos, y abriendo las puertas que comunican con el mundo de arriba.
La Cábala habla de las 50 puertas por las cuales debe pasar el discípulo: las puertas de Binah, o puertas de la Inteligencia. Pero los Veinticuatro Ancianos que vigilan estas puertas, sólo dejan que las franquee aquél que ya ha aprendido cuándo hay que abrir o cerrar las puertas del plano astral.
Omraam Mkhäel Aïvanhov (1900-86)