… Es conveniente que intentemos discernir qué es lo que hay más allá de lo inmediato y de lo urgente. Aparentemente, hay un gran ruido de fondo, una gran convulsión, y como en todos los tiempos, grandes intoxicadores, algunos de miras realmente estrechas y caducas. Hay necesidad de acción, pero aún hay más necesidad de sosiego. Para los que lo busquen, ese sosiego (que puede llevar a la paz aquí en la tierra) se encuentra también en medio de la tormenta. Así que cada uno tenemos un importante trabajo interno más allá de la responsabilidad de pagar la hipoteca, pagar la nómina, intentar que la venta vaya bien, etc. Los que se dejen llevar por el ruido, vivirán en el ruido. Los que elijan la paz, vivirán la paz. Algunos, los más sabios, vivirán el amor cada día. Soy optimista, porque percibo que muchas personas quieren vivir de otro modo, eliminando cargas innecesarias y mentiras para con uno mismo y con los demás. Y creo que nunca antes como ahora ha habido tantas personas a la vez intentando salir de esa mentira, de esa ilusión que las escrituras hindúes llaman el maya. Eso puede interpretarse como un despertar…