Ayer tarde el ambiente en Sol era amable y festivo, acorde con un sábado de primavera. Hubo una meditación en círculo, cogidos de la mano. Fueron 15 minutos de absoluto silencio entre las 8,15 y las 8,30 de la tarde, con el suave bullicio de la plaza de fondo. Al finalizar, las aproximadamente 30 personas congregadas recitaron el OM durante otros cinco o siete minutos, a  varias voces. Parecía como si el OM resonara en la plaza y en todo el espacio.

Fue un bonito momento de hermandad, de aspiración por una nueva tierra.

“Que el amor del Ser divino se derrame por todas partes. Que todos los hombres amen”.