Así pues, la cuestión es cómo mirar la totalidad de la vida de forma no fragmentada. Si miráramos la totalidad de la vida, no como hindú, musulmán, comunista, socialista, católico, profesor u hombre religioso, si viéramos el extraordinario movimiento de la vida que lo incluye todo, la muerte, el sufrimiento, la desdicha, la confusión, la falta de amor, esa imagen del placer que hemos alimentado durante siglos y dicta nuestros valores, nuestras actividades, si viéramos eso absoluta y completamente, entonces nuestra respuesta a esa totalidad sería del todo diferente. Y es esa respuesta al ver todo el movimiento de la vida, es la que generará una revolución en nosotros.
Jiddu Krishnamiurti, Obras completas, tomo XVI