Cada uno de nosotros es todo y lo es en todo momento; no sólo en el instante final.

Cuando uno cierra el corazón al mayor de los misterios puede sobrevivir y hacerlo además con apariencia de sabiduría; no obstante cuando abre los ojos la sombra sigue allí.

Fidel dice las cosas de  manera graciosa “defunción por cerrado”, referido al que se cierra al misterio de la muerte por miedo o yuyu a lo desconocido.

 

Evidentemente esto no evita el apresuramiento de querer hacer los deberes cuando la parca golpee en tu puerta y te avisa de que ya no queda más aliento para ti.

 

Aprender a morir es aprender a vivir. Se vive cuando se es partícipe del misterio de la vida, cuya conclusión es la muerte.

Hace un chiste. Un paciente va al doctor y este con actitud grave le dice: tenemos los resultados del análisis y tengo dos noticias, una mala y la otra peor, ¿Cuál quiere que le diga primero?; la mala, responde el paciente.

Pues que le quedan a usted doce horas de vida.

¿Y la peor?

Que se me olvidó darle los resultados ayer por la mañana.

Habla del automatismo al despertar del sueño físico, que es como encender el ego y no apagarlo el dormir.

El dormir es morir en cierta medida. Hay sueños episódicos en los que se recuerda lo soñado, sin embargo el sueño profundo no se recuerda y forma parte de la otra realidad en la que el soñante no se sabe si es soñado o viceversa.

Él dice de las personas agobiadas que habitualmente son personas egobiadas y de las personas inteligentes como intolegentes, porque leen sus adentros y toman conciencia de la realidad trascendente, que no es otra que la de amarse sin medida y amar a los demás.

Refiere también que el pan nuestro nos lo da Dios cada día; no un pan duro sino el de cada día. El pan que está en el aire que nos renueva, en las experiencias cotidianas; en el aliento que nos traspasa.

Pan nuestro, aire nuestro, agua y tierra nuestra de cada día… dánoslos hoy.

El padre y yo somos uno dice Jesús, quien despertó a Lazaro del sueño de la muerte justo cuando el cuerpo comenzaba a heder.

También dice que las desgracias lo son hasta que gracias das.

Una vez has llegado a entender esto la armonía se instala en tu vida y das con el paraíso en la Tierra.

Para ello clave esencial es soltar: miedos, posesiones, pasiones, intelecto.

Un mantra que facilita el soltar es:

https://www.youtube.com/watch?v=ghIStIQXqgw

Algunos médicos de paliativos lo incluyen como música de fondo.

Dios no se muda; el pecado es tan sólo desatino.

La mayor parte del sufrimiento es infundado.

Habla de que el predicar no se convierta en predricar, tirar piedras y de que la tentación no se convierta en tontación.

El juicio final es cuando dejas de hacer juicios.

Dejar ir; trascender los niveles de conciencia. Subir de frecuencia desde el soltar y necesitar muy poco.

Aquí una de sus múltiples conferencias sobre el tema:
 
https://www.youtube.com/watch?v=pPXbHWTkBSI

Un abrazo,

FLV