El presidente de la World Teacher Trust (WTT) ofrece una entrevista a Fundación Ananta
14-Noviembre-2008
Los empresarios se están dando cuenta de que la única manera de sobrevivir es compartir, porque a nadie se le escapa que la economía no es una cuestión de ámbito local sino global, de igual forma que cunden las manifestaciones masivas a favor de la paz para países terceros, o que cada vez son más impopulares los dirigentes políticos que apoyan la guerra.
Son algunas de las convicciones que el instructor espiritual Parvathi Kumar (Vijayawada, India, 1945), esgrime, para defender que estamos ante una oportunidad singular de cambio, que reclama de nuestra parte, más que nunca, conocernos a nosotros mismos y llegar a ser buenos pensadores, y pensadores creativos.
Conocedor y estudioso de los arquetipos y referentes simbólicos, intelectuales, históricos y espirituales de Oriente y Occidente, el presidente de la Wordl Teacher Trust (WTT), está convencido de que la energía de Sagitario, que es la que corresponde a España, va a traer la altura, la paz y el esplendor del animal que representa ese signo zodiacal: el águila. La conquista ahora, puntualiza, no es hacia fuera como en otros tiempos, sino hacia el imperio interior.
Descarta sin embargo que haya que comulgar con ninguna filosofía ni creencia esotérica ni espiritual para comprender o fomentar la conveniencia de una nueva dirección social y vital. Asegura, sencillamente, que el momento está marcado por la necesidad de cambio que tiene cada vez más gente.
Fundación Ananta: ¿Es realista decir que está creciendo la conciencia espiritual?
Parvathi Kumar: La humanidad a nivel global está en un cambio, y en los próximos cinco años se podrá decidir entre ir hacia la guerra y el poder, que es hacia atrás, o trascender todo ello y avanzar. Esa es la encrucijada y ese es el paso en este momento.
FA: Parece fácil la decisión. ¿Por qué no se produce inmediatamente?
PK: La humanidad quiere hacer grandes pasos, pero todavía la energía de la Atlántida tira hacia abajo, hacia la agresión. Ahora hay un esfuerzo suplementario para trascender el instinto de lucha. Si se produce esta trascendencia entraremos en nuevos tiempos que han sido visualizados hace tiempo. Lo único que bloquea una nueva era para la humanidad es el poder. La mayoría de la humanidad está en la paz, pero hay pequeñas bolsas de poder que es donde hay que hacer ese cambio.
FA: ¿Se refiere a impedimentos desde los poderes fácticos o a los de la personalidad?
PK: Me refiero a todos ellos: al poder económico, al poder político… y también desde luego al poder interno. El proceso se está dando en todo caso. La gente se está dando cuenta de que no funciona la competitividad, sino la cooperación, y el poder también se está dando cuenta de que es más útil la cooperación que la agresión y la competitividad.
FA: ¿Cuál sería el siguiente paso natural?
PK: Se va a dar confianza entre las naciones, y las más desarrolladas van a ayudar a los desfavorecidos. Actualmente, hay muchos encuentros a altos niveles entre gente rica para cooperar; está ocurriendo a un nivel mental, pero en el futuro se irá materializando. El poder es consciente de que las cosas así no pueden funcionar.
FA: Ojala lo pudiéramos sentir así todos.
PK: Realmente, si no hay este sentimiento, el cambio no ocurrirá. En ese caso entraríamos en un ciclo nuevo, de sesenta años. Estamos ante una oportunidad que hemos de ver y sentir para que llegue a ser; si perdemos este tren, habría que esperar al próximo.
FA: Quizá se necesite creer en una filosofía concreta para ver claros sus postulados
PK: El momento está marcado por la necesidad de cambio que tiene cada vez más gente. La necesidad y las ganas de cambiar están ahí, las energías están llevando a las personas más a la cooperación y a compartir; las empresas están tratando de compartir más que antes y se dan cuenta de que es la única manera de poder sobrevivir. Y cada vez nos estamos dando cuenta de que una nación no puede estar, realmente cómoda y bien, si las demás están mal. La economía se apoyará por tanto en el desarrollo de terceros, porque sólo así se puede compartir más. Esto es lo que se está viendo.
Y los entes multinacionales o multilaterales se darán cuenta de que no pueden sobrevivir si no hay un compartir. Que la economía ya no es nacional sino global, lo que pasa en un lugar afecta a los otros. Si hay crisis económica en un lugar ahora, se desplazará pronto hacia otro lugar. A través de los negocios y la comunicación todos estamos muy bien conectados. Si una parte nuestra no se siente bien, la otra tampoco se va a sentir bien.
FA: ¿Hasta qué punto los individuos podemos condicionar la realidad global?
PK: Se vio, por ejemplo, con la guerra de Irak; la gente de Europa no quería esa guerra y lo hizo ver. Eso es una conciencia nueva; la gente quiere la paz y los mandatarios que apoyan esas guerras son cada vez más impopulares. Esa es la energía que neutralizará el sentimiento de ir hacia la guerra.
FA: Es muy esperanzador. ¿Conviene estar en un camino espiritual para avanzar?
PK: Lo importante no es estar en un camino espiritual ni una filosofía específica. Lo importante es que cada ser humano sea capaz de pensar por sí mismo. Si resuelves tus problemas, puedes ayudar a los demás a resolver los suyos. Pitágoras dijo que quería aspirar a que hubiera un tonto menos en el mundo y que ése era él. La solución para superar pensamientos problemáticos o emociones excesivas, va a venir de dentro de nosotros, de lo profundo de cada uno, en la conciencia. La introspección diaria de uno mismo permite ver claramente cuáles son los problemas propios. Es suficiente ser un pensador, no hace falta ser un teósofo.
No tenemos que creer en algo, sino creer en nosotros, una vez que vemos un problema en nosotros, surge la conciencia y de la conciencia surge la solución. Cuando voy más profundo y me pregunto por qué soy así; por qué tengo esto; cuando veo estas cosas dentro, es cuando puedo solucionarlas.
No hacen falta las teorías de Dios para encontrar la solución. Si nos miramos a un espejo con honestidad, sabemos qué necesitamos hacer para solucionar el problema. Ayudar a pensar sobre uno mismo y no sobre las cosas que están por fuera, es una buena medida para un individuo, una familia, y una nación.
FA: Parece el norte ideal para una educación óptima.
PK: El propósito de la educación es que uno sea un buen pensador, y nadie nos enseñó a ser buenos pensadores. Lo que nos enseñan nos lleva a ser algo rutinario, pero no a ser buenos pensadores. Los romanos, los griegos, en su momento los ingleses, los españoles, construyeron grandes cosas porque tenían buenos pensadores.
FA: ¿Una recomendación para un maestro de escuela?
PK: Que no limite su enseñanza a dar información a los estudiantes; que procure que sus alumnos sean pensadores y luego pensadores creativos. Que les ayude a desarrollar su capacidad de pensar y de crear.
FA: Federico Mayor Zaragoza dijo que la capacidad de crear, es precisamente la gran esperanza de la humanidad.
PK: Actualmente, el número de seres humanos que son pensadores es una minoría. Tenemos que preparar buenos pensadores y permitir que sean creativos. Sólo a partir de ser pensadores vendrá la creatividad. Tenemos que dar a la educación ese énfasis, como hacen por ejemplo las escuelas de Rudolf Steiner, de Sri Aurobindo o de Rabindranath Tagore. Hacer seguidores como ovejas es muy fácil, pero es un estilo del pasado; ahora ya no es así; ahora cada persona quiere saber por qué. Las nuevas generaciones ya lo están demandando y haciendo; hay que darles apoyo y herramientas para que desarrollen la creatividad, tenemos que ayudar a los niños a no ser seguidores ciegos.
FA: El pensamiento creativo se debe completar con actos, con coherencia en lo material…
PK: Siempre hay un espacio entre lo que nos gustaría y lo que acabamos haciendo. Y ese agujero sólo se puede llenar con aspiración de hacer algo realmente bueno, que es el fuego de la voluntad. Si hay algo que te gusta y lo quieres hacer, si no lo haces es porque no hay suficiente fuego.
Normalmente ese fuego llega como gracia cuando no tienes otros apoyos. Surge en la necesidad; el resultado está en función del grado del fuego que tengamos dentro. Si Colón no hubiera tenido ese fuego, no habría encontrado América. ¿Quién fue el primero que ideó el telégrafo, el teléfono, la electricidad…? Podemos utilizar el fuego para manifestar cosas buenas, pero sólo se puede contribuir partiendo del pensamiento creativo.
FA: ¿Cómo logramos ese fuego de la voluntad que nos ayuda a ser coherentes?
PK: Es útil que no haya demasiado apoyo artificial. Ocurre que cuando nos acostumbramos al aire acondicionado o a la calefacción, acabamos por no poder soportar el invierno ni el verano. Nuestros propios recursos naturales acaban por dejar de trabajar para nosotros y se debilitan. Necesitamos recuperar el contacto con la naturaleza para que la gente crezca, para ser más fuertes; la naturaleza de fuera y la de dentro se apoyan y alimentan mutuamente; nuestro cuerpo, si está despierto, suda para refrescarse cuando fuera hace calor, y cuando lo evitamos por medios artificiales, ese mecanismo puede dormirse.
En lugar de protegerse de la naturaleza, hay que protegerse de lo que llamamos civilización, que no nos está llevando a un progreso positivo porque nos hace que seamos dependientes del exterior, cuando la dependencia tiene que ser de dentro. La fuerza interior vendrá cuando estemos trabajando nuestros propios pensamientos, no cuando estemos esperando ayuda del exterior.
FA: La ciudad parece mal sitio, entonces.
PK: No depende de estar en una ciudad o en un pueblo, sino de nuestra capacidad de enfocarnos. La pregunta es ¿qué debo hacer? ¿Estoy haciendo lo que debo hacer o estoy haciendo otras cosas? No hay nada que plantear fuera, me lo tengo que plantear a mí mismo. Por ejemplo, si decido ser pintor, músico, poeta, escritor, tiene más fuerza si no me ha venido del exterior sino de mí. No marca la diferencia dónde estés. El ambiente interior es el importante.
FA: ¿Cómo se llega a escuchar esa voz interior?
PK: Ayuda la introspección; ayuda enfocarse a pensar en el propósito de la propia vida, preguntarse “¿Por qué estoy aquí? Es lo que tenemos que preguntar a los chicos desde que tienen 14 años. Eso les irá llevando a conocer su propósito vital en un margen de diez o quince años.
FA: ¿Qué recomendaría a un empresario para su quehacer diario?
PK: Introspección de nuevo. Cuando el trabajo de uno involucra a un equipo, es muy importante pensar, cada mañana, en cómo tener una mejor organización, comunicación y plan de trabajo. La confianza se construye sobre la comunicación cordial. Y para comunicar, también tenemos que saber qué queremos comunicar y por qué. Tiene que haber un propósito. Si empezamos a hacer esta introspección, en dos años y medio tendremos la capacidad, pero se tiene que cultivar.
FA: ¿Qué buscan sus alumnos cuando se le acercan?
PK: Buscan armonía, y equilibrio de sus energías; siempre vienen con una parte de conocimiento y una parte de ignorancia, y lo que buscan es soluciones para ellos mismos. Me vuelven a invitar a venir porque parece que les es útil, pero han de trabajarlo por ellos mismos.
FA: Les abre los ojos a su propia responsabilidad entonces.
PK: Cada uno, según su libre voluntad, viene, escucha y si siente que el mensaje es para él, lo trabajará. Luego, si le hace bien, volverá para seguir avanzando. No se puede empujar a nadie a crecer internamente, la idea es despertar esa conciencia para poder empezar a trabajar y pensar en ello; luego cada uno decide si hacerlo o dejarlo. La verdadera sabiduría es que tú puedes tomarla y dejarla dos años sin que nadie te pueda venir a decir nada. Puede ser que al cabo de un tiempo venga esa necesidad de venir a buscar. La enseñanza es información, no influencia, la influencia no es buena, es como la influenza, que es una enfermedad.
FA: Parece una enseñanza a la carta…
PK: A veces parece que el maestro ha hablado para uno. La enseñanza toca a cada persona en un punto distinto; es la belleza de trabajar con la conciencia.
FA: ¿Por qué vuelve a Toledo? ¿Por qué coinciden en Toledo encuentros de corte espiritual?
PK: El cambio actual de energía al que estamos sujetos, se percibe muy especialmente en torno a Toledo. En el pasado, Toledo fue un centro de gran elevación y ahora vuelve a serlo; especialmente desde 2002 y con una forma más efectiva a partir 2007.
El águila española subirá a grandes alturas a traer paz, amor y esplendor. Antes el águila subía o se elevaba para conquistar, ahora esa conquista es hacia dentro: va a venir una energía de mayor calidad a todas las naciones de habla hispana, la energía de España es Sagitario. Y el símbolo de Sagitario es el águila que se está elevando hacia el cielo.
Este tipo de actividades llevan luz a nivel global para avanzar hacia la paz.
FA: Quizá hayamos obviado algo importante que quiera añadir…
PK Lo importante es cada momento y cada persona; estoy seguro de que está dicho todo lo que necesitaba ser dicho ahora,
Lola Bastos
www.fundacionananta.org
3 de noviembre de 2008