El pensamiento de hoy es muy breve y habla de sacralizar la vida.

Todo lo que hagamos puede tener un sentido universal y sagrado, nos sugiere.

Nuestra mente puede estar ocupada con pensamientos banales, utilitarios o elevados.


Los pensamientos elevados pueden ascender un grado más en la espiral y ser sagrados.

Cuando el pensamiento sagrado precede a la acción, el hombre sabio sabrá convertir el “amaos los unos a los otros” en una práctica posible, incluso cuando debe decir “no”.

Cada palabra pronunciada, cada mirada, pueden ser una reverencia a la vida.

Y cada reverencia nos conecta a la Fuente.

Son los pequeños y los grandes milagros de esta vida que tanto nos cuesta descifrar.

«Amen a todos, reverencien a todos, ayuden a todos como mejor puedan. Esfuércense por ser tan provechosos, tan dulces, tan apacibles como les sea posible. Así, el sitio donde ustedes se paren se convertirá en un lugar sagrado; las palabras que ustedes pronuncien serán tan sagradas como las Escrituras. Este sadhana (ejercicio espiritual) los llevará a la realización”.

Sai Baba (1926-2011). “Sadhana, el sendero interno”, Ediciones Shatya, p19. Imagen: niños en el colegio en la provincia de Quang Tri, Vietnam, 1 de octubre de 2014 (Jorge Tamames)