La Teosofía habla de la reaparición del Cristo, que algunos interpretan como que el Cristo habite en nosotros, en el interior de cada hombre.

Señala que esa posibilidad no se dará hasta que la política, la economía y la religión “hayan limpiado la casa”.

La incertidumbre en la que vive el mundo, la crisis en la que estamos, pudiera tener que ver con ello. Las peores prácticas de esos tres estamentos salen a la luz y abren la puerta a la posibilidad de limpiar la casa. Es un proceso convulso.

Cada uno de nosotros debe también limpiar su casa para hacer hueco a esa fuerza que pudiera habitarla.

Si no la limpiamos, no dejaremos que la habite, es la parábola de los odres viejos de Jesús.

Cada uno tenemos un trabajo a hacer, que en realidad es el más importante de nuestra vida.

Si lo realizamos, si cumplimos nuestra parte, y es entonces cuando el Cristo vendrá a habitarnos.

Implorad a Cristo.
Buscad el gozo de volverse hacia el Creador.
Descubrid, y franquead los Portales del Conocimiento,
Y afirmaos en la comprensión del Plan Divino.

Las hojas del Jardín de Morya, La llamada, 1924, sutra 24, Agni Yoga Society, Nueva York. Imagen: Pintura de Nicholas Roerich: “Flowers of Timur”, 1931