Hoy traemos este bonito poema de Gloria Fuertes acerca del Padre nuestro, “que estás en la tierra”.

Es aquí en la tierra donde debemos amar al otro y donde podemos ser ángeles, no en el cielo.

Es aquí donde podemos descubrir nuestra humanidad en el otro.

Es aquí donde hay que bajar las amas y tender la mano.

Pues el Padre está también entre nosotros, y desde luego está en los que son buenos.

¿Y qué es ser bueno?

Todos tenemos una respuesta, y probablemente no difieran mucho.

Es tiempo de actuar y de llenar la tierra de militancia comprometida por la bondad.

Que la bondad y el compromiso sean nuestra moneda siempre.

Que estás en la tierra, Padre nuestro,
Que te siento en la púa del pino,
En el torso azul del obrero,
En la niña que borda curvada
La espalda, mezclando el hilo en el dedo.
Padre nuestro que estás en la tierra,
En el surco,
En el huerto,

En la mina,
En el puerto,
En el cine,
En el vino,
En la casa del médico.
Padre nuestro que estás en la tierra,
Donde tienes tu gloria y tu infierno
Y tu limbo; que estás en los cafés
Donde los pudientes beben su refresco.
Padre nuestro que estás en la tierra,
En un banco del Prado leyendo.
Eres ese viejo que da migas de pan a los pájaros del paseo.

Padre nuestro que estás en la tierra,
En la cigarra, en el beso,
En la espiga, en el pecho
De todos los que son buenos.

Padre que habitas en cualquier sitio,
Dios que penetras en cualquier hueco,
Tú que quitas la angustia, que estás en la tierra,
Padre nuestro que sí que te vemos
Los que luego hemos de ver,
Donde sea, o ahí en el cielo

Poema “Oración”, original de Gloria Fuertes. Foto: niña bhutanesa en Jangothang, mirador del Chomolhari, descubriendo el chocolate, 12 mayo 2010. Autor: Jorge Tamames