Retomamos nuestros pensamientos diarios hablando del alma.

Partimos de que “somos” alma, en vez de que “tenemos” alma.

Cuando contactamos el alma, nuestra personalidad se llena de su pureza, y se manifiesta, aquí en la tierra, a partir de sus características.

Una de sus principales características es el amor y la voluntad al bien.

Por eso el contacto con el alma puede ser un elemento revolucionario en la regeneración de los asuntos humanos.

Que cada uno de nosotros contribuyamos, desde el alma, a la necesaria reconstrucción, ésa es nuestra invocación para el principio de curso.

La naturaleza del alma es el amor y la voluntad al bien.

“Discipulado en la nueva era”,  p.19, Alice A. Bailey, 1944, Lucis Trust Publishing, Nueva York. Foto: niño en la fiesta de fin de curso de la residencia Anand Bhavan, Calcuta, 24 abril 2010