
El día comienza y el mundo se pone en movimiento.
Puede ser un día de consciencia, de propósito, pero también un día mecánico, de rutina.
Desde el primer instante, podemos definir el día en uno u otro sentido.
Antes de lanzarnos al día, podemos estar en silencio quince o veinte minutos, intentando conectar nuestra alma con nuestra personalidad, para iniciar el día lo más alineados posible con nuestra esencia.
Iniciar el día limpiándonos por dentro y haciendo el propósito de permanecer limpios de pensamiento, de palabra y de acción.
A eso llamamos meditación. No es complejo. Requiere un poco de perseverancia.
El comienzo es clave para crear días conscientes, uno tras otro.
Y con la consciencia llega, poco a poco, pero inevitablemente, la luz.
O Dia começa e o mundo põem-se em movimento.
Pode ser um dia de consiencia, de propósitos, mas tambem um dia mecânico ou de rotina.
Desde o primeiro instante, podemos defenir o dia num ou noutro sentido.
Antes de nos lançarmos ao dia, podemos estar em silencio se possivel uns quinze minutos, tentando ligar a nossa Alma com a nossa personalidade, para iniciar o dia o mais alineados possível com nossa esencia.
Iniciar o dia limpando-nos por dentro e fazendo o propósito de permanecer limpos de pensamento, de palavra e de acção. A isso chamamos meditacão. Não é complexo. Requer um pouco de perseveraça .
O começo é a chave para criar dias conscientes, um depois de outro. E com a consciência chega, pouco a pouco, mas inevitavelmente, a luz.
Imagen: “Krishna”, original de Nicholas Roerich (1929)