Se nos habla del “Mundo Aquel”, que es una forma de referirse al mundo sutil.

El Mundo Aquel está aquí, en el silencio del alba, y en un punto de nuestro interior.

A veces ese mundo despierta, y una corriente de luz y de gozo nos atraviesa.

Las más de las veces está apagado, por nuestra desidia y la del mundo: preferimos seguir el griterío de la televisión.

El Mundo Aquel nos invita a visitarlo, primero un rato cada día, hasta que un día es ya nuestro mundo.

En ese mundo son posibles las conversaciones con el Divino.

Que el amor del Ser Divino se derrame por todas partes,a través nuestro.

Hijos míos, hijos míos, mis amados hijos:
    No penséis que Nuestra Comunidad está oculta de la humanidad
        por muros impenetrables.
    Las nieves del Himalaya que Nos ocultan, no son obstáculos
        para los verdaderos buscadores, sino sólo para los curiosos.
    Tened presente la diferencia entre el buscador
        y el investigador adusto y escéptico.
    Estad inmersos en Nuestra labor; y Yo os conduciré por el sendero
        hacia el Mundo Aquel.
 
Las Hojas del Jardín de Morya I, La Llamada) sutra 313 (1924), Agni Yoga Society, Nueva York. Imagen: Fotografía de Lu Torralba: Cordes sur Ciel, Francia, 8 octubre 2013