Hablamos con mucha frecuencia de los pensamientos puros.
Hoy se nos dice que en cada pensamiento puro reside la Gloria de Dios.
Cada pensamiento puro contribuye a la construcción del nuevo mundo.
Pero para traer pensamientos puros al mundo hay que hablar menos, hay que buscar el silencio.
El pensamiento de la Humanidad está contaminado. Las flechas inflamadas, hirientes, se arrojan aquí y allá.
Pero nuestro pensar puede contribuir a limpiar, a purificar, a sanar. Para que la Gloria de Dios se haga paso en la tierra.
Podemos ser portadores de un Escudo…
Podéis llevar Mi Escudo.
En cada pensamiento puro reside la Gloria de Dios.
Las hojas del jardín de Morya (1924), sutra 154, Agni Yoga Society, Nueva York. Foto: niña descubriendo el chocolate en el paso de Janghotang, Bhutan, 12 mayo 2010