«Sentís que tenéis necesidad de ser protegidos… Pensad en la luz, tratad de hacerla penetrar en vosotros, con la conciencia de que ella es en realidad algo más que este fenómeno físico al que llamamos luz. En la ciencia espiritual, la luz es una palabra que designa también a todas las entidades benéficas, y una vez que estas entidades se instalan en el hombre, se oponen a todas las fuerzas malvadas y a los espíritus tenebrosos que tratan de destruirle.
Eso no quiere decir que la luz vaya a evitar que a veces seáis atormentados. Desgraciadamente, mientras estemos en la tierra, nunca estaremos al abrigo de los asaltos y de las batallas, y tenemos que pedir cada día protección a la luz. Incluso un Iniciado se ve obligado a protegerse. Sí, incluso el Iniciado más puro, el más grande, el más poderoso, debe pensar sin cesar en protegerse poniendo entre él y las entidades tenebrosas barreras de luz, círculos de llamas.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Olana State Historic Site, estado de Nueva York, 8 de noviembre de 2015 (Maria Elena Ferrer)