El Bhagavad Gita nos anima y nos invita a cumplir las escrituras, que son universales.

Nos propone superar el destino mecanicista y prosaico al que nos lleva el materialismo, y buscar nuestra naturaleza divina, que está dormida.

Nos habla de ser compasivos y amables, mostrando buena voluntad, cuya energía es la más poderosa.

Nos habla de superar la irritación, que tantas cosas corroe, de ser sinceros y verdaderos, de ser desapegados.

En realidad, ya todo escrito para que nuestras vidas se orienten hacia la sabiduría en vez de a la ignorancia, y para sustituir la tristeza por la alegría del alma.

Y según vamos dejando la ignorancia atrás, todo se ordena a nuestro alrededor y ya trabajamos con el Padre.

Se intrépido y puro; nunca vaciles en tu determinación hacia la vida espiritual. Da libremente. Domínate a ti mismo, se sincero, verdadero, amoroso y lleno del deseo de servir. Cumple la verdad de las escrituras; aprende a ser desapegado y a ser feliz en la renuncia. No caigas en la irritación ni hagas daño a ninguna criatura viviente, se compasivo y amable; muestra buena voluntad a todos. Cultiva vigor, paciencia, voluntad, pureza, evita la malicia y el orgullo. Entonces, Arjuna, alcanzarás tu destino divino.

Bhagavad Gita, Sutra XVI:1-3, Arkana (versión Eknath Easwaran). Imagen: Pintura de Nicholas Roerich: “Thang La”, 1943