«Cada mañana, al despertar, decíos que nada es más importante que vivir bien esta jornada que empieza. Porque el hoy es lo que cuenta. Lo mismo que el presente no es otra cosa que una consecuencia del pasado, el futuro es una prolongación del presente. Pasado, presente y futuro, todo está relacionado. El futuro se edificará sobre los cimientos que ponéis hoy. El pasado es pasado, pero ha traído al mundo el presente, y el presente lleva los gérmenes del futuro. Así pues, concentrándoos en el momento presente, construís vuestro futuro.
De alguna manera, el pasado sigue siempre vivo y actúa aún en vuestro presente, pero no estáis obligados a dejarle que tome el poder. El poder debéis dárselo al presente para que domine el pasado, para que lo destruya incluso si hace falta para actuar sobre él. Cuando el pasado era presente, era todopoderoso. Ahora, que es pasado, está subordinado al presente, y es el presente el que tiene la voz cantante. El pasado ya se fue, y el futuro está justamente «por venir». Ahora el presente debe imponer su voluntad, para transformar el pasado y orientar el futuro.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Imagen: Ifoulu, Marruecos, 5 de mayo 2016 (cortesía de Jaime Blanco)