Durante las preciosas charlas de Thich Nhat Hanh entre nosotros estos días se ha escuchado con frecuencia la campana, a la que él se refiere como la campana de plena consciencia.

El gong de la campana ha sido una llamada a recogerse dentro, a recomponerse, a volver al hogar interior para alinear las células dispersas primero en un refugio y luego en una dirección meditativa común.


Es una llamada para pasar de la inconsciencia a la consciencia.

El pensamiento de Aïvanhov de hoy se refiere también a ello, en el sentido de que cada célula debe estar movilizada, alerta y consciente, de tal forma que haya una vibración común.

El gong es pues una vuelta cotidiana a casa, un recordatorio respecto de quién somos, de alineamiento con otra consciencia, la de la mente grande (la del alma).

El sonido de la campana nos permite tomar fuerza, energía y refugio al tiempo: muchas veces al día.

La imagen de hoy de Thay ilustra bellamente el proceso: el cuerpo erguido, la mente en casa.

Este gong sanador nos recuerda que hay otra forma de vivir: más conscientemente, y por extensión más amable y más amorosamente.

«La razón de ser de los ejercicios que una enseñanza espiritual preconiza practicar, es hacer vibrar todo nuestro ser hasta las más mínimas células de nuestras manos y de nuestros pies, en consonancia con las verdades que aceptamos intelectualmente. Comprender supone aplicar, realizar, encarnar. Debemos hacer descender en nosotros cada verdad con la que entramos en contacto hasta impregnar con ella todo nuestro ser psíquico, así como nuestro ser físico. La comprensión, la verdadera, no se obtiene solamente con las células del cerebro; se obtiene también con las células del corazón, del estómago, de los pulmones, del hígado y de todos los demás órganos. Si las células de todos los demás órganos no se movilizan también en este trabajo, las capacidades del cerebro se encuentran, a su vez, disminuidas. Para que nuestra comprensión sea completa, todas las células del cuerpo deben participar. «

Omraam Mikhäel Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos. www.prosveta.es. Imagen: charla pública de Thich Nhat Hahn en Barcelona, 8 mayo 2014 (Koldo Aldai)