Nuestra vida en esta encarnación es muy breve.

Cuando se nos recuerde, tras haber pasado por la vida, que pueda decirse de nosotros:

“Diseminó amor y conocimiento”.

Antes de actuar, podemos pensar qué estamos dando al mundo.

Amor y conocimiento, que nuestra contribución tenga propósito.

Es tiempo de bajar las armas y de acallar el caos.

Que así sea.

Cazador, firme es tu espíritu.
Se nítido en tus creencias y vencerás a la oscuridad.
Discípulos, diseminad amor y conocimiento.
Una sonrisa alberga poder.

Las hojas del Jardín de Morya, I, sutra 50, 1924, Agni Yoga Society, Nueva York. Foto: Imagen: Beda the Preacher. Pintura de Nicholas Roerich, 1946