En el pensamiento de hoy Yogananda habla de la inmortalidad del alma, y del conocimiento superior a través del contacto con el alma.

Cuando ese contacto se produce, el alma proyecta su foco de luz y nos permite ver de otra manera, sin límites.

En el mundo prevalecen los sentidos y la razón, que nos alejan de la percepción de lo que somos.

Por eso la llamada al despertar, a despojarnos de los grilletes, a salir de la prisión.

A descubrir el alma.

“Eres hijo de la inmortalidad….”, nos dice Yogananda.

“¡Oh ser humano!”, ¿cuánto tiempo más seguirás siendo un animal racional? ¿Cuánto tiempo más continuarás intentando infructuosamente escudriñar las inconmensurables regiones de la creación a través sólo de la mirada miope de los sentidos y de la razón? ¿Cuánto tiempo más permanecerás atado a la satisfacción de las exigencias propias del hombre animal? ¡Despójate de los grilletes que te mantienen prisionero! Toma conciencia de que eres inmortal y de que cuentas con poderes y facultades ilimitados. ¡No sigas ya soñando el sueño antiguo del animal racional! ¡Despierta! ¡Eres hijo de la inmortalidad, dotado de intuición!”.

Paramahansa Yogananda (1893-1952), “El yoga de Jesús”, Self Realization Fellowship 2009, p157. Imagen: pintura «And we open the gates» (1922), Nicholas Roerich