Todos estamos en un largo viaje, mucho más largo de lo que pueda representar esta vida.

Transitamos por un camino en el que nos hemos visto y nos seguiremos viendo.

En el camino están las regiones de la ignorancia y las de la sabiduría.

En las primeras hay mucho dolor, en la segundas es posible alcanzar el equilibrio y el contento.

La tarea más importante de nuestra vida debiera ser descubrir quién somos y contactar al Ser: a partir de ahí empiezan los campos de la sabiduría.


Ocurre sin embargo que por delante de esta tarea ponemos antes muchas otras.

Fatigamos así los caminos inhóspitos y pedregosos mucho mucho tiempo.

En las regiones de la sabiduría hay refugio y hay unión. El aire allí tiene un aroma indescriptible.

El mapa para llegar está en nuestro interior.

«Comprometiéndonos por los caminos de la vida, necesitamos transportar provisiones, digamos pan. Este pan, son las verdades de una enseñanza espiritual. Y es de tal naturaleza que podemos hacer provisiones, no sólo para nuestra presente existencia, sino también para nuestras futuras existencias. Si queremos que estas verdades nos den de comer cada día, debemos amarlas y tener confianza en su poder. Una enseñanza espiritual es un ser vivo que reacciona en función de cómo lo recibimos.

Todos nosotros hemos emprendido un largo viaje. Este viaje, que comenzó hace miles de años, no ha acabado. Hemos recorrido ya numerosas regiones, pero ¡cuántas otras nos esperan todavía! Nuestra vida actual no es más que una etapa de este viaje que habíamos preparado desde hace tiempo. En nuestra vida actual comemos el pan con el que habíamos llenado anteriormente nuestra bolsa. «

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: atardecer en Atlanta,11 junio 2013 (Olga Maria Diego)