Hoy traemos un pensamiento del Maestro Tibetano.

Es sumamente concreto y sencillo: se trata de escuchar y seguir la voz interna o de permanecer en el exterior, “en el torbellino de los negocios, los placeres y las excitaciones”.

El hombre conectado a su voz interior encuentra el punto de calma y de equilibrio en medio del ruido y el bullicio que parece rodearlo todo.

Podemos seguir amortiguando la voz interna, y seguiremos en este torbellino brutal.

Pero aquel que la escuche y la frecuente podrá sentir la Voz del Silencio y captar ese otro mundo.

Los hombres amortiguan la voz interna que atestigua la vida del más allá, y ahogan las palabras que resuenan en el silencio, por el bullicio y el torbellino de los negocios, los placeres y las excitaciones.

Todo el secreto del éxito en el sendero esotérico depende de la actitud mental; cuando la actitud es concreta y materialista, concentrada en la forma y se desean las cosas del momento actual, hay poco progreso en la captación de la verdad esotérica superior.

“Tratado sobre magia blanca o el camino del discípulo”, Alice A. Bailey, 1934, Lucis Trust Publishing. Imagen: Pintura de Nicholas Roerich: “Knight of the evening”, 1918